A sus 20 años el defensa Santiago van der Putten se convirtió en el héroe del juego ante el Comunicaciones de Guatemala por la Copa Centroamericana al anotar al minuto 85 y dar la victoria.
Al final del choque reveló lo que vive. Habló de todo, excepto de su gran meta, pues dice que va paso a paso.
¿Cómo vive esa primera anotación con Alajuelense?
-Es un sueño, la verdad es que es un sueño. Yo como defensa me senté en la habitación y me dije: “Tengo que hacer bien las cosas, tengo que ganar los duelos”. Nunca pensé en un gol, pero, bueno, si se da… Lo hice, lo celebré y se nota en mi celebración el grito que pegué. Fue como muchísima euforia y muchísima emoción. Es un sueño hecho realidad.
¿Qué le parece la respuesta del aficionado a su trabajo?
-Creo que es un plus, es algo que viene con eso. Sin embargo, trato de mantenerme muy al margen de todo el ruido que se puede hacer y de todo porque sí es un gol y es mi cuarto partido jugando, pero debo tener los pies en la tierra y seguir trabajando porque solo es el comienzo. Mis sueños son grandes y no tengo que conformarme en la posición que estoy.
¿Cómo toma el respaldo que le da el técnico Guimarães?
-Muy agradecido, muy feliz y muy contento. Me llena de muchísima confianza cada vez que salto a la cancha porque no es solo el profe, son todos los asistentes, el cuerpo técnico, la directiva y los propios jugadores. Los líderes del equipo me han ayudado muchísimo y me enseñan todos los días. En una jugada Leo (Moreira) en el medio tiempo se ve que me está enseñando algo. Yo lo que intento es escuchar, aprender y mejorar todos los días.
El gol ante el Comunicaciones es el del gane y llegó al final del juego. ¿Es más que soñado?
-El primer gol siempre se va a recordar, independientemente de la situación. Es un escenario inmejorable. Hoy no podré dormir pensando en eso. Va a quedar guardado en mi recuerdo de por vida.
¿Imagina salir ovacionado en un clásico?
-Yo creo que, independientemente del partido, esta afición es increíble, nos apoya, nos ayuda y nos empuja. Me encantaría, pero lo que espero es mañana para trabajar bien y estar preparado. Si se me da la oportunidad en el clásico, hacerlo de la mejor manera, pero pensando en ganar y no pensando en si me ovacionan a mí o a otro. Lo que yo quiero es ganar el domingo, estando en la cancha, en la banca o en la grada.
¿A qué le sabe todo esto, después de estar nueve meses lesionado y tener que salir de España?
-(Sonríe) Me llena de muchísima felicidad. Ahora vine y abracé a los fisios (fisioterapeutas) porque ellos estuvieron todos los días, como mi familia y todo mundo en general. Me llena de satisfacción, me hace entender y me da un sabor de boca de aquellos días donde no quería, pero empujé y fui disciplinado. Se me está dando una pequeña recompensa, pero entendiendo que es solo el comienzo de muchas cosas buenas.
¿Cuál es su meta?
-Voy a intentar no hablar de eso. Voy a mantener los pies sobre la tierra y pensar en el domingo. Si se da, hacerlo de la mejor manera y seguir trabajando.