Nos enrumbamos hacia el primer año de gobierno del presidente Rodrigo Chaves. Es hora de que todos, gobernantes y gobernados, hagamos un sincero alto en el camino. En este barco, sin excepción, vamos todos.
El Presidente de la República, en su cadena semanal del pasado domingo, dio una visión optimista sobre la reducción de la inflación y la recuperación económica. Pero, al mismo tiempo, un informe del Banco Mundial señala que somos el país de América Latina en el que más ha subido la pobreza entre 2017 y 2022. Así lo confirma el IICE de la Universidad de Costa Rica. El modelo de desarrollo nacional que surgió de la gravísima crisis fiscal, económica y social de los años 80, hace 40 años en el gobierno de Luis Alberto Monge, exitoso por varias décadas, hace mucho que necesita reformas y ajustes estructurales, algunas externas muy difíciles de controlar y otras internas que debemos CAMBIAR. Con visiones y propuestas distintas, eso lo sabe el gobierno y la oposición.
Frente a esa realidad, se pueden asumir dos posiciones: polarizar y hacer estallar el sistema político o ponernos de acuerdo en dialogar, sin que ello signifique que unos y otros, en el amplio espectro ideológico nacional, renuncien a la defensa de sus propias propuestas y, mucho menos, a la lucha contra la corrupción.
Este año, la sociedad costarricense se ha polarizado aún más y se han profundizado las contradicciones internas. Aunque eso es vivir en democracia, eso pone cuesta arriba las opciones reales de salida, en medio de cada vez más fuertes turbulencias entre el gobierno y la oposición, la prensa y los distintos sectores de la sociedad civil organizada.
Por ello, en ese debate parlamentario del 1 de mayo, como punto de inflexión, se debería hacer un gran esfuerzo por valorar e interpretar los balances y los datos objetivos y fríos, estadísticos, sobre la situación nacional real y los resultados de las políticas públicas y el trabajo de gerencia y evaluación de programas realizados en este primer año de gobierno.
Necesitamos saber, al menos, en donde estamos realmente, como país, en cinco temas prioritarios: 1) Reactivación económica y empleo; 2) Inseguridad nacional y ciudadana; 3) Inflación y costo real de la vida; 4) Situación de la CCSS y seguridad social; y 4) Reforma del Estado. Y, algo más importante… ¿Cómo le hacemos para alcanzar consensos y lograr ACUERDOS NACIONALES?
Eso sería lo patriótico y políticamente correcto. Eso me parece más positivo que seguir en esta bronca. Pero no tengo muchas esperanzas de que eso sea así. Los milagros no existen en política. En ese debate tenderán a privar los personalismos propios de la condición humana y seguirá la bronca, como lo quieren las graderías y las redes sociales. Un grave error POLÍTICO (con mayúsculas) que al final pagaremos todos y Costa Rica. ¿O no es así?
…Y USTED QUÉ OPINA???