Sin duda muchos le temen, pero consejeros y psicólogos sostienen que al estar solos podremos aprender muchas cosas de nosotros mismos, apostar por nuestro bienestar y crecer como personas. Porque estar solo le ayudará a sanar las heridas.
Y es que solo podrá frenar, escuchar su interior y saber hacia dónde debe dirigirse ahora, pues en ocasiones, sin importar por lo que estemos pasando; tendemos a creer que los problemas se encuentran en el exterior; cuando en realidad la solución está en el interior. Descubriremos que nadie podrá solucionar aquello por lo que estemos pasando. Solo nosotros mismos.
INDEPENDENCIA
La soledad es una excelente invitación para todas aquellas personas que sufren algún tipo de dependencia hacia los demás, por ejemplo, la dependencia en la pareja u otro tipo de relaciones.
Es importante que aprendamos a ser responsables y que nos demos cuenta de que estar hoy bien no depende del estado emocional de los demás, sino de nosotros mismos. Solo así podremos gestionar nuestras emociones, tener cierto equilibrio y sentirnos bien sin tener que estar siempre mirando hacia afuera. Porque nosotros somos los únicos responsables de cómo nos sentimos y, si permitimos que otras personas adquieran este poder, entonces es que estamos haciendo muchas cosas mal. No dependemos de nadie. La soledad nos da miedo, pero a veces es buena para ser conscientes de esto. Las personas vienen y van, algunas dañan, otras marcan. No obstante, la persona que jamás nos abandonará está en nosotros.
ESTAR SOLO DUELE
Aunque planteemos la soledad como una posibilidad de sanar, lo cierto es que estar solo va a doler, mucho. Le tentará volver atrás, regresar a su zona de confort, pero las cosas no serán tan fáciles como antes. Esto ocurre porque has dado un paso enorme que, aunque doloroso, es muy necesario. La soledad le espera para brindarle la posibilidad de madurar, de crecer, de superarse. Ahora sabe lo que es hacerse responsable de su felicidad y no es tan fácil. Cuando pone su foco en usted mismo empieza a ver que se merece cosas, comienza a sentirse mal por considerar esto egoísta, pero es lo que necesita. Estar pendiente de que alguien no le deje, de agradar constantemente a los demás, de hacer cosas porque, de lo contrario, cree que se quedará solo, es un grave error. Porque usted es importante, porque se merece pensar en usted. Es el momento de dejar de sacrificar tanto tiempo pensando en cómo ser mejor para los demás, para que le acepten y le puedan querer.
PACIENCIA Y TOLERANCIA
Saber estar solos nos enseña a ser pacientes y tolerantes. Aprendemos a esperar, no ir en busca de las cosas, sino realmente a que lleguen por sí solas. Cuando buscamos no existe sorpresa. A veces no encontramos porque estamos buscando, y otras encontramos sin buscar y esos son los mejores encuentros. No poder conectarnos con nuestro vacío interno es lo que nos vuelve impacientes. Es lo que nos hace estar corriendo todo el tiempo detrás de algo, para luego volver a lo mismo. Es lo que nos mantiene lejos de nuestra vastedad, poniendo nuestras expectativas fuera.
Si nuestro único fin son las relaciones, nos estamos perdiendo lo mejor de nosotros y de los demás. Las relaciones deben ser el medio para llegar al amor incondicional. El amor es el fin último. Y no solo amor hacia una pareja sentimental, sino hacia cada uno de los seres que habitan el universo. En el único lugar donde llega a crecer el amor incondicional es en el silencio. Abandone el victimismo y tome las riendas de su vida. Tiene el poder y la voluntad para hacerlo. No pierda más el tiempo.