Tras la publicación de tres historias de “Secuelas del deber”, donde expusimos la situación de oficiales de diferentes instancias del Ministerio de Seguridad Pública (MSP), DIARIO EXTRA conversó con el ministro Mario Zamora.
El funcionario tras conocer las historias publicadas por El Periódico del Pueblo señaló que trabajan en la creación de la Dirección de Bienestar Policial.
Además, confesó que quedó muy impresionado durante el último aniversario de la Fuerza Pública al ver la cantidad de policías que recibieron un reconocimiento al resultar heridos en el cumplimiento del deber.
“Recuerdo que hace 10 años en mi anterior periodo normalmente se hacía un reconocimiento a tres o cuatro personas, digamos que eso era la norma. Resulta que cuando en este momento me invitan a pasar al escenario principal y de pronto veo que se forma una larga fila, como de 27 efectivos de policía, esos eran los heridos en cumplimiento del servicio en 2023”, manifestó.
EJERCICIO POLICIAL
MÁS PELIGROSO
Zamora recalcó que esa cifra de lesionados lo impresionó e indicó que, pese a que a través de los medios de comunicación se conocen ciertos casos de efectivos que mueren en cumplimiento del deber, las historias de los lesionados al realizar su trabajo son menos conocidas.
Recordó el caso de un oficial que durante una operación policial persiguiendo a un sujeto cayó en un guindo, hecho que ocurrió en horas de la madrugada, y por esa razón la prensa no logró cubrirlo.
“Entonces hay que ver que cada vez la profesión policial en sí se vuelve más riesgosa y peligrosa.
Espero que, así como logramos beneficios en el pasado, que se le otorguen 60 salarios a la familia del efectivo que muere en el cumplimiento del servicio, crear reformas para que quienes son heridos, como esos casos, también reciban un plus adicional al que recibe cualquier otro funcionario público”, declaró.
Durante las tres entregas que compartimos en El Periódico de más Venta en Costa Rica le mostramos que existen muchos uniformados que aman el país y que la función policial no solo es vestir el uniforme, sino que muchos quedan con secuelas por ejercer su trabajo.
Asimismo, el ministro agregó que no existe ningún otro servicio público que entrañe los mismos riesgos que el policial.
También apela a que la sociedad pueda ser igual de sensible que hace 10 años, cuando se aprobó el pago de 60 salarios para los familiares de un policía que moría en el ejercicio de sus funciones.
“Otras personas pueden morir en cumplimiento de su deber, es decir, un funcionario del ICE puede morir en un accidente de tráfico camino a su trabajo o camino a una inspección, pero la sociedad costarricense hace 10 años fue sensible y fue noble al reconocer con 60 salarios a la familia de quien moría en el cumplimiento del deber.
Me parece que algo así tenemos que crear para quienes son heridos en cumplimiento del deber, como este tipo de casos, para que no se vean expuestos a situaciones de recortes salarial que los afectan”, agregó. Zamora reconoce que lo que realmente están viviendo uniformados que han sufrido lesiones en horario laboral y se encuentran incapacitados desde hace varios meses es un castigo.
“En vez de un premio por haber defendido el país, más bien reciben un menoscabo. Estamos trabajando en una reforma análoga a la que hicimos en el pasado para mejorar las condiciones de quienes se lesionan sirviendo al país”, indicó.
SE SIENTEN ABANDONADOS
Cabe señalar que los tres agentes policiales que conversaron con DIARIO EXTRA coincidieron en que se sienten un poco abandonados por el MS. Uno de ellos de apellido Quirós incluso manifestó que solo son un número.
“Que sea un poquito más consciente con el personal porque para administrar eso era la política. Simplemente somos un número más incapacitado, un número más laborando, un número menos de baja y eso es todo lo que aparentemente somos para el Ministerio”, señaló.
De igual manera, otro oficial de apellido Arrieta comentó que les falta apoyo.
“Nos hemos sudado la camiseta, uno se siente un poco triste al ver que nos han dado un poco la espalda. Por lo menos que nos hicieran una llamada, que le preguntaran a uno cómo está o si ocupa algo. Sinceramente duele mucho decirlo, pero es real”, dijo apesadumbrado.
En el caso de un policía de apellido Zamora que actualmente tiene alojadas dos balas en la cabeza destacó que, pese a que le dieron una medalla como reconocimiento, esa medalla no se puede cambiar por dinero y menos por comida.
Los tres uniformados coinciden en que realmente les gustaría que al menos alguien de su segunda familia, el MSP, al menos preguntara cómo se sienten o si les falta algo. “Realmente necesitamos más ayuda”, concordaron.
Mario Zamora
Ministro de Seguridad Pública
“Hay que ver que la profesión policial en sí cada vez se vuelve más riesgosa y peligrosa”.