En Costa Rica las estafas románticas se han vuelto un fenómeno frecuente que afecta a la gran parte de la población y recientemente se está dirigiendo a adultos mayores.
Las estafas románticas suelen llevarse a cabo a través de redes sociales o aplicaciones de citas, mediante las cuales los estafadores crean perfiles falsos, simulando ser personas con cualidades atractivas que llaman la atención de sus posibles víctimas, a quienes ya les realizaron un estudio previo a su perfil con el objetivo de generar vínculos emocionales para vulnerarlas por medio del afecto y así obtener dinero bajo diversas excusas.
Entre las modalidades más comunes de este tipo de fraude se encuentra el “timo del militar”, en el que el estafador se hace pasar por un militar en misiones internacionales, alegando necesitar dinero para salir de una zona de guerra o enviar pertenencias valiosas. Una vez que recibe el dinero desaparece, dejando a las víctimas sin dinero y afectivamente devastadas.
Entre las múltiples estrategias de fraude digital más comunes en las estafas románticas está la que se conoce como “matanza de cerdos” (Pig Butchering), que combina manipulación emocional y financiera.
Los delincuentes se ganan la confianza de la víctima y la inducen a invertir en plataformas falsas, con supuestos rendimientos altos. Sin embargo, cuando la víctima intenta retirar el dinero, la plataforma también desaparece, dejándola con pérdidas económicas.
Nuestro Código Penal en su artículo 216 esgrime que la estafa es el acto de engañar o manipular a una persona con el fin de obtener un beneficio ilícito, causando un perjuicio patrimonial en el ámbito digital.
Este tipo de delitos ha evolucionado con nuevas modalidades que afectan cada vez más a las personas, ya que para su ejecución no existe ningún requisito con respecto al medio que se utilice, por lo que este ilícito se puede efectuar por vía tradicional o digital.
La prevención de estas estafas se basa en la educación y la información. Es fundamental desconfiar de cualquier tipo de promesas románticas rápidas en línea, verificar identidades antes de confiar en alguien, no enviar dinero a desconocidos sin importar el tiempo que lleven en contacto, realizar una búsqueda inversa de imágenes para confirmar si las fotos del perfil han sido extraídas de internet, no compartir contraseñas ni información financiera con personas desconocidas. En los medios digitales la confianza lo es todo, por lo que nunca se debe tomar decisiones de índole económica.
En el mundo digital la mejor defensa es la precaución y la desconfianza, por eso es importante salvaguardar la información personal. Si bien es cierto la era digital ofrece innumerables oportunidades, también presenta desafíos significativos en materia de seguridad.
En el Colegio de Abogados y Abogadas de Costa Rica, la Comisión de Innovación Regulatoria realizó un evento para la concientización sobre las estafas románticas en el entorno digital, la cual se dirigía a adultos mayores y público general, con el fin de aportar un granito de arena con conocimiento que salvaría vidas de personas que podrían perder todos sus ahorros si caen ante este tipo de estafas.
En el mundo digital debemos aplicar el principio de confianza cero, más cuando se trata de desconocidos.