Carlos Jiménez, director del Hospital de Niños
Ante el reciente fallecimiento de un bebé de tan solo 10 meses debido a un ataque armado contra el vehículo en el que viajaba junto a su madre, el director del Hospital Nacional de Niños, Carlos Jiménez, expresó que lamenta el hecho.
“Esta no es la Costa Rica en la que crecimos, no es lo que queríamos heredarles a nuestros hijos ni mucho menos a nuestros nietos. Que se muera un niño de esta forma, en un tipo de linchamiento en plena carretera, es lo peor que le puede pasar a un país”, indicó. Asimismo, informó que en el centro médico se ha registrado el deceso de dos menores de 12 años debido a estas situaciones. “Tenemos el dato de dos pequeños que han fallecido en los últimos tres meses, no obstante, son 10 con este último niño los que han requerido atención por heridas de arma de fuego”, detalló.
DIARIO EXTRA ha indicado en varias oportunidades que los grupos delictivos han venido presentando una transformación, pues ahora no muestran ningún respeto por la vida y solo buscan lograr su objetivo.
Esto fue reforzado por Jiménez al comentar: “antes las heridas de arma de fuego eran porque los pequeños encontraban un arma mal puesta y por curiosidad se autolesionaban o le disparaban a un familiar o amiguito, pero ahora son ataques directos que les provoca la muerte. No respetan nada”. Cabe destacar que estos casos corresponden solo a los menores atendidos en el Hospital Nacional de Niños, no obstante, hay otros que también han muerto como víctimas colaterales.
Esto fue lo que ocurrió en Limón, donde una pequeña de cuatro años fue asesinada a sangre fría en abril del presente año: ella dormía con su madre cuando dos personas llegaron y dispararon en múltiples ocasiones.
“Estamos muy tristes, pero este no es momento para lamentarnos. Por supuesto que nos duele, sin embargo, en este momento el mensaje es que tenemos que revertir esto que está pasando en el país”, puntualizó el director médico.
Por su parte, el criminólogo Jorge Ulloa manifestó: “desde mi óptica profesional considero que se ve un completo desprecio a la vida. En este caso tenemos una víctima colateral de una situación en la cual es probable que la madre pudiera estar relacionada con un grupo criminal. Podemos observar cómo el victimario no tiene escrúpulos, por lo que atenta contra su objetivo y un niño que no tiene nada que ver”, subrayó.