Paulo César Wanchope, nuevo técnico del Monstruo, fue genio y figura en su etapa como jugador: es muy recordado por su paso por el Derby County, West Ham United y Manchester City de la Premier League, por supuesto, también marcó una época con la camiseta de la Sele, pero ¿cómo le ha ido en los banquillos dirigiendo?
Será la décima ocasión que Chope sea entrenador y apenas la sexta que lo haga en primera división desde que debutó en el lejano 2008 con el Team, a los pocos días de colgar los tacos.
En sus experiencias como estratega en la máxima categoría solo en una oportunidad superó el 50% de rendimiento.
Wanchope tomó el timón del Herediano y Cartaginés dos veces en cada club, al igual que el de Pérez Zeledón y ahora el del Saprissa.
En segunda división entrenó al Uruguay de Coronado y tuvo un breve recorrido por la Selección Nacional, primero como interino en conjunto con la categoría sub-21 y luego como fijo de la Mayor.
Números en rojo
En su primera etapa con el cuadro florense firmó una efectividad del 46% en 30 cotejos dirigidos, mientras que en la segunda alcanzó un 43% de rendimiento tras solo 10 juegos.
Con los Guerreros del Sur en 23 partidos llegó a tener un 39% de rendimiento y en su primer momento con el conjunto blanquiazul logró un 30% en 10 encuentros al frente. Los mejores registros de Paulo César Wanchope en los banquillos fueron con Cartaginés, en su segunda etapa con el grupo y en su última travesía como técnico, logrando un rendimiento del 58% en 53 duelos.
Tras su salida del cuadro brumoso, formó parte de la Fedefútbol como asistente técnico de Claudio Vivas y posteriormente de Miguel “Piojo” Herrera.
Con la Sele
En la Tricolor, Chope tuvo pasos fugaces después del Mundial de Brasil 2014, en el que fue la mano derecha de Jorge Luis Pinto. Como interino giró instrucciones en seis compromisos para un 88% de rendimiento, sin embargo, cuando pasó a ser nombrado entrenador logró un 18% de efectividad en nueve partidos. A su vez en la sub-21 de la Sele obtuvo un rendimiento del 11% en tres juegos.
