Un menor que actualmente tiene 9 años y está sano tiene una cicatriz en el abdomen que le recuerda todos los días que algo ocurrió y tuvieron que operarlo.
Sus padres enfrentan cada día el recuerdo de cuando un sujeto lo vapuleó hasta perforarle el hígado por los golpes cuando tenía apenas 1 año y medio.
Pese a que en el Hospital Nacional de Niños (HNN) les dijeron que tenía solo un 4% de probabilidades de vivir, el pequeño luchó y superó la adversidad en su crítica situación, logrando salir del centro médico y recuperarse por completo.
No obstante, la recuperación también tiene un sabor agridulce. La brutal agresión se registró a finales de 2012 y se realizará el juicio por este caso 10 años después, en junio de 2022.
Según consta en el señalamiento para debate, el Tribunal del I Circuito Judicial de Guanacaste (Liberia) informa que el juicio será el próximo año, contra un sujeto de apellidos Martínez Hernández, a quien investigaron bajo el expediente 12-002036-0060-PE.
“Visto el anterior auto de apertura a juicio que corre a folio (s) 287 del Legajo de Investigación Principal, y de conformidad con lo ordenado por el artículo 324 del Código Procesal Penal, se procede a efecto de realizar el juicio oral, señalar para la celebración del debate las ocho horas cero minutos y trece horas treinta minutos del veintinueve y treinta de junio del año dos mil veintidós”, se lee en el señalamiento para debate.
ENOJO Y FELICIDAD
DIARIO EXTRA conversó con Yessenia Ibarra, madre del menor afectado, quien contó que el presunto agresor fue su expareja, con quien tuvo una relación en la adolescencia y a quien encontró por medio de la red social Facebook.
Confesó que el sujeto se la llevó a vivir a un lugar muy lejano en Liberia y la retuvo a su lado por la fuerza.
Recordó que Martínez Hernández lanzaba y sacudía al bebé con fuerza, pero en medio de su ignorancia lo veía como un juego del hombre con el menor.
No obstante, estos bruscos movimientos le provocaron al pequeño el síndrome de niño agredido.
“Yo me acuerdo que yo estaba acostada con él y me levanté a hacer pinto y yo dejé al bebé acostado en el rincón durmiendo, en un instante, no sé en qué momento, él se llevó al chiquito sin el permiso mío a bañarlo. Cuando se lo llevó para el baño yo estaba cocinando y no me di cuenta, en eso escuché un gran golpe, pero sonó como un golpe en un cuerpo”, narró.
Ibarra corrió al baño y cuestionó por qué el bebé lloraba, pero Martínez dijo que era por el agua, lo cual le pareció extraño, pues al pequeño le encantaba jugar con el líquido. Ante esto tomó al bebé, lo secó y lo vistió.
“Le vi la parte del lado del estómago como roja y le dije ‘cuidado usted le hizo algo al bebé’”, comentó.
Agregó que dos horas más tarde al niño le empezó a salir un líquido café por la nariz y la boca, además no quería comer. Ante esto lo llevó a Hospital Dr. Enrique Baltodano de Liberia. Mientras esto ocurría vio a su expareja nervioso, caminando de un lado para el otro y mordiéndose las uñas.
En el centro médico lo revisaron y le indicaron que harían una investigación, pues el menor tenía el hígado perforado, los músculos con rupturas y otros golpes. De inmediato Yessenia comenzó a llorar.
“Hasta el otro año, en el 2022, viene el juicio, yo me siento feliz. Yo llamaba todos los días al abogado para ver por qué tardaba tanto el caso. Yo no me siento contenta con esto porque yo quería que él estuviera encerrado, porque lo que le hizo a mi hijo se lo podía hacer a otras personas, y son diez años desde que pasó, yo estaba molesta”, indicó.
En apariencia Martínez Hernández pagó una fianza de aproximadamente ¢4 millones, lo cual le permitió salir de prisión y esperar el juicio con medidas alternas a la prisión preventiva.