Guatuso es el cantón 15 de Alajuela, se sitúa en la Región Huetar Norte donde destacan las llanuras, así como la exuberante naturaleza y las tradiciones de los indígenas. Por lo que crecer en medio de esas características inspiró a María Lilian Silva Ugalde a posicionar una microempresa en la cual crean marcaras, tambores, jícaras, arcos y flechas, bolsos, entre otras artesanías, completamente a mano para conservar el legado cultural y de igual forma generar empleo para otras mujeres de la comunidad.
DIARIO EXTRA la conoció durante la I Feria de Mujeres Empresarias la cual programó el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) en La Fortuna de San Carlos y manifestó que desde hace 12 años arrancó con el proyecto Arte Chita Maleku.
“Vivo en El Palenque de Guatuso y elaboro obras que tienen identidad acerca de nuestro pueblo maleku, además bolsos, cumbus, palo de lluvia, que son parte de mi cultura. Es algo que traigo en la sangre y los mayores detalles de las piezas los aprendí desde niña de mi madre. Ella tuvo la paciencia de guiarme en la creación de muchos de ellos para que pasaran a mi generación. Ahora preparo a quienes quieran aprender\”, explicó.
TALENTO EMPÍRICO
Tras lanzar una mirada a su libro de vida, recordó con alegría que desde los cuatro años comenzó a tener contacto con los materiales nativos, como por ejemplo la madera de balsa o bien las pinturas para las máscaras.
\”Me acuerdo que también inicié con la formación de los bolsos que nosotros le llamamos jerro en maleku que se utilizan para cargar los alimentos para ir a trabajar al campo o para llevarlos a la familia. Era una actividad que me gustaba\”, confesó.
Actualmente echan mano de todo lo que la naturaleza les provea.
\”Por ejemplo en el arco y la flecha se usa la corteza de pejibaye y otra parte se moldea con la de yolillo, para hacer máscaras utilizamos la balsa, una madera que es autóctona y es una de las más suaves para trabajar porque todo lo coordinamos a mano y fabricamos muestras propias herramientas\”, relató.
PIEZAS ECOLÓGICAS
Silva aseguró que los diseños ecológicos marcan la diferencia. \”Las máscaras son de especies que observamos en la zona pero siempre va la cara del indígena y los animales que les ponemos nos acompañarron desde los inicios e incluso algunos se extinguieron.
Se les aplican pintura especiales para un mayor realce y se les separa los sobrantes para que alcancen una mayor calidad\”, dijo.
El proyecto es fuente de empleo para unas 20 familias. \”Soy una mujer afortunada y me siento muy orgullosa como empresaria, máxime que beneficio a 11 mujeres madres solteras, adultas mayores y niños escolares locales\”, finalizó.
Por su parte Jocelyn Oporta Silva comentó que se siente orgullosa de sus raíces. “Desde hace tiempo ayudo a mi madre y para mí es todo un privilegió y orgullo ya que con ella damos a conocer nuestra identidad como pueblo, nos permite ofrecer parte de nuestra comunidad a muchas personas que se llevan las artesanías a muchas partes”, acotó.