Tras quedarse sin empleo, Manuel González Guadamuz se sentó sobre la arena de una playa y observó por varios minutos el mar. Mientras en su mente se preguntaba qué haría para salir adelante las olas le pusieron en sus manos un tronco. Sin pensarlo dos veces, lo llevó a su casa para convertirlo en una creativa artesanía. Hasta la fecha este escultor se ha ganado el reconocimiento nacional e internacional por brindarle un segundo uso a lo que otros consideran como desechos.
El artista, vecino de Pavón de Golfito, Puntarenas, le contó a DIARIO EXTRA que en medio de la adversidad la misma naturaleza le ayudó a salir adelante. “Un tronco de almendro llegó hasta donde yo estaba, con varias gubias le fui dando forma de especies de arrecifes, peces, corales, langostas, tortugas, entre otros. Me di cuenta que podía convertirme en escultor para aprovechar la destreza y así lo hice desde hace dos años”, explicó González.
Sus herramientas inseparables, aparte de las gubias, son cuchillas de diferentes tamaños, lijas, cepillos y de vez en cuando hasta una motosierra. Con el paso del tiempo, la lista de productos que ofrece aumentó considerablemente, pero siempre siguiendo la línea marina.
Van desde vasijas y otros implementos contemporáneos como mesas, bases, respaldares para camas y puertas.
“Los tipos de madera que utilizo son el ronrón, laurel, mangue, roble u otro tipo que el mar me regala. Camino y los encuentro, ya cuando uno los ve sabe más o menos para qué puede servir. En cada uno las horas de trabajo son variables”, indicó González.
Según la exigencia de los clientes, barniza o pinta las artesanías.
“Me siento satisfecho porque ayudo a que la plata permanezca limpia y a la vez inicié con un estilo único, que a la gente le gusta bastante. También puedo sacar adelante a mi familia”, finalizó el artista.
Para contactar a don Manuel no dude en llamarlo al 2776-23-16 o bien visitarlo en su pequeño taller en el centro de la comunidad.