Lima. (AFP)- La escasez de algunos productos básicos, así como el aumento de precio de los combustibles y alimentos en provincias del sur andino, epicentro de las manifestaciones por la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, empiezan a asomar cuando sigue sin atisbo de solución la crisis en Perú.
Las movilizaciones han dejado hasta el momento 46 muertos, entre ellos un policía, tras seis semanas de crisis política y social marcadas por bloqueos de carreteras y protestas en distintas partes del país.
Todas son regiones del sur de Perú que alegan en sus manifestaciones ser las más pobres, olvidadas y discriminadas por sus poblaciones de mayoría indígena.
\”Ya me informaron que el GLP se acabó en Arequipa\”, dijo Alexander Cornejo, representante de los taxistas, en declaraciones a la radio RPP, refiriéndose a la situación en la segunda ciudad del país, donde trabajan unos 7.000 taxistas.
En la región amazónica de Madre de Dios, fronteriza con Brasil y Bolivia, se registra un desabastecimiento de alimentos y combustibles por los bloqueos en la carretera Interoceánica que conecta la costa sur de Perú con ciudades brasileñas como Río Branco y Cuiabá.
\”Advertimos que continúan las colas en grifos a la espera de venta de gasolina. A esta hora, continúa bloqueada la carretera Interoceánica Sur en diferentes tramos, situación que impide el arribo de camiones cisterna con combustible y gas\”, indicó la Defensoría del Pueblo en Twitter.