Vivir pidiendo prestado no resulta ni para el que presta, ni para el que pide. Vivir de regalado es mucho peor y puede ser muy peligroso sabiendo que lo más seguro, es para cobrarse un favor. Y todo, dependiendo de la clase de “tostel lustrado” que le hayan dado. Mis abuelos decían que nada es de gratis en esta vida y, tenían razón. “Doña Calixta, le dijo un día una vecina a mi abuelita, aquí le traigo este quesito y estas tortillitas para que desayune pero, dos días después, le solicitó una fianza para obtener un préstamo de veinticinco colones del Tesoro Nacional, que por supuesto, doña Calixta tuvo que pagar mientras escuchó la serenata de mi abuelo José. Recuerdo escucharla decir que ese fue el queso más caro que compró.
Doña Laura se embarcó o la embarcaron, lo que pasa es que esas embarcadas han sido varias hasta que le sonaron el clarín sin más remedio por ahora que buscar, como siempre, chivos expiatorios. Es el cinismo con el viven los políticos actuales quienes siguen creyendo que nosotros, el pueblo, no nos damos cuenta de lo que están haciendo. En todos los países del mundo, dependiendo de sus posibilidades, los gobiernos tienen para solventar sus necesidades y que nadie civilizado, pone en duda.
El Estado tiene automóviles, embarcaciones y por qué o cuales motivos, no puede tener un avión, no para uso exclusivo del presidente y su camarilla, sino también tomando en cuenta otras necesidades nacionales, como trasporte de heridos en las tragedias y otras utilidades más. No se necesita de una gran inversión para tener un avión seguro, con autonomía de horas de vuelo, que pueda desplazarse por Centro América y un poco más allá. Yo sé que el costo de una nave segura que tenga esas condiciones existe y no cuesta más de dos millones de dólares. Por ejemplo, un avión de dos motores Beechcraft Kin Air es presurizado, rápido, económico, para diez personas y los dos pilotos.
Si ese avión, similar al prestado a doña Laura, lo hubiera tenido aquí el gobierno, en el SVA del Ministerio de Seguridad Pública, la señora presidente de la República no estaría pasando la pena que ahora tiene y que no le va a dejar en paz. Los medios de transporte son importantes en el mundo, sin ellos, no hay ni desarrollo ni seguridad. Sin barcos y sin aviones Costa Rica no habría hecho tanto contra el narcotráfico y otra clase de delitos como igualmente, no habría tenido la oportunidad de salvar tantas vidas como ahora. Afortunadamente en el mar estamos cada vez mejor con naves modernas y rápidas, por tierra igual y por aire también con la modernización de naves y helicópteros pero nos falta equipo que transporte a más personas a la vez y con los Beechcraft Kin Air esto será la solución que a la vez, evitaría estar de “pedigüeños” en una nación que no tiene ni debe pedirle nada a nadie. Tienen la palabra el gobierno y el Servicio de Vigilancia Aérea quienes son los que tienen que recomendar qué clase de equipo aéreo necesita este país.