Pasó poco más de una hora de que los magistrados del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) dieron los resultados de las elecciones para que Rodrigo Chaves, presidente electo, saliera a dar su discurso ganador.
Durante casi 15 minutos el socialdemócrata se dirigió a sus seguidores para agradecerles la oportunidad que le dieron de enderezar el rumbo del país con sus ideas.
“Entiendo el mandato que he recibido hoy como una obligación para ejercer mi liderazgo con honradez, eficiencia, transparencia y austeridad, pero también con solidaridad hacia las personas más vulnerables de nuestro país. Asumo el sagrado compromiso de hacer un gobierno de diálogo respetuoso de la Constitución y la ley.
Una vez más los costarricenses han cumplido con creces y ejemplaridad su tarea. Ahora nos toca, a los que hemos sido electos, cumplir con la nuestra: ¡no se vale fallarle a Costa Rica!
Si superamos nuestras diferencias con el único propósito de que Costa Rica triunfe, el país estará a salvo porque tendremos más y mejores trabajos, así como mejores servicios en educación, salud y seguridad.
Modernizaremos juntos el Estado y generaremos las urgentes oportunidades para nuestros agricultores e industriales, nuestras mujeres, jóvenes y emprendedores”, expresó.
El socialdemócrata dio el mismo discurso ante sus seguidores en una actividad de celebración en el Centro Comercial El Pueblo, donde cientos de personas lo esperaron para festejar su victoria.
BAJA EL TONO
El sociólogo y politólogo Francisco Barahona analizó las palabras del presidente electo ante sus partidarios, las cuales califica como “una tendida de manos abiertas que reconoce que necesita ayuda”.
Indicó a DIARIO EXTRA que Chaves bajó el tono que mantuvo durante casi toda la campaña electoral, aunque califica esto como algo normal, pues sabe que necesita de otros partidos para cumplir sus promesas.
“Fue un discurso muy contemporizador, un discurso ya asumiendo su calidad de jefe de Estado, siendo responsable con muchos de los ofrecimientos que hizo durante la campaña.
Aquí uno se confunde en cómo cumplirlos con solo 10 diputados, es una fracción pequeña, que es prácticamente la mitad de la de Liberación Nacional, que fue el rival en campaña.
Fue un discurso contemporizador, por no decir armonioso, porque tampoco fue tan armonioso. La gran diferencia es que una cosa es un discurso con el fin de ganar votos que confrontando al enemigo político y otro es el discurso ya sabiendo que ganó las elecciones.
Precisamente ese elemento le permite decir cosas contrarias a las que dijo durante la campaña. Por ejemplo, en el Colegio de Periodistas y en su discurso dijo que daría la vida por la democracia y por la libertad de prensa, mientras que 24 horas antes mantenía el discurso de prensa canalla”, añadió el experto.
Sobre la mención de la campaña sucia que fue parte del estandarte de Chaves y sus partidarios, Barahona manifestó que eso para el presidente debe quedar de lado porque su posición lo obliga a negociar con otras agrupaciones.
El politólogo asegura que ese tipo de temas en política siempre quedan, pero es algo que se debe superar si se quiere llegar a cumplir los planes, de lo contrario difícilmente se llegue a buen puerto.
“Muchas cosas que se hablaron en campaña quedan, aunque se diga que no se guarda rencores, pero queda más en las personas que él escoja en sus ministerios porque el presidente electo se ve obligado a mantener la postura de diálogo con personas de otros partidos. Si no es así va a tener disputas por comportamientos que no son acordes”, añadió.
Aunque Chaves admitió que es lamentable que 7 de cada 10 costarricenses no votaron por él y aún así llegará a Zapote, el experto aseguró que ese no fue el fenómeno que lo llevó a ganar las elecciones.
De acuerdo con Barahona, la victoria de Chaves se gestó en la primera ronda, principalmente por la división en el electorado, que cansado de lo mismo prefirió elegir a un candidato nuevo que volver al bipartidismo.