Daniel Bonilla, nuevo campeón de la Vuelta a Costa Rica, no dejó de mostrar una sonrisa de oreja a oreja tras terminar la décima etapa de la competición, en la cual se consagró como el mejor pedalista al finalizar de primero en la clasificación general.
Bonilla, nacido en Paraíso de Cartago, cuna del ciclismo nacional, estuvo acompañado por sus padres luego de cruzar la línea de meta. Primero fue levantado en hombros por sus compañeros de equipo, luego recibió el abrazo de sus progenitores.
Con un poco más de calma tras asimilar el logro, el ciclista se sentó bajo un toldo y agradeció a todos sus compañeros de la escuadra Scotiabank Nestlé Métrica Giant por todo el apoyo que le brindaron durante la prueba.
“Cumplimos con nuestro objetivo que era defender el título. Desde el primer día salimos con la mentalidad de siempre estar adelante, lo hicimos todos los días”, recordó el campeón. “Para mí es un sueño hecho realidad, yo desde niño soñaba con esto, se lo dedico a todo el equipo”, afirmó.
DURO RETO
El listón estaba alto, ya que su equipo buscaba revalidar el título, mismo que ganó Bryan Salas en el 2018. Todo estaba listo para que Salas volviera a subir a lo más alto del podio, sobre él estaban las miradas.
Sin embrago, Bryan se quedó con las ganas de correr el giro al país en este 2019, ya que durante la vuelta a Nicoya en el mes de octubre, sufrió una caída que le provocó un desgarro en el muslo de su pierna derecha, se trató de recuperar, pero no fue posible.
“El año pasado salí subcampeón pero de igual forma me sentía campeón con mi compañero Bryan Salas. Hoy Dios me da el privilegio de salir campeón precisamente para defender el título de mi compañero”, contó Bonilla.
El campeón hizo su valoración de lo que fue el recorrido a lo largo de las 10 jornadas. “Una etapa complicada fue la de Golfito a Pérez Zeledón, fue sumamente larga porque era de 200 kilómetros, la del Cerro de la Muerte también fue compleja”, mencionó.
El éxito del paraiseño es parte de su destino pues su currículo está cargado de logros, entre ellos: campeón infantil y juvenil, por lo que ahora le suma una estrella más a su palmarés. Una con la que sueñan todos los pedalistas costarricenses, pero que poco tienen el chance de alcanzar.
La fiesta para Daniel inició en la Aurora de Heredia, donde disputó el Circuito Presidente en la clausura de la Vuelta, pero la celebración se extendió por varias horas, ya que el ciclista llegó en horas de la tarde noche a su tierra, donde lo esperó la comunidad entera para recibirlo con todos los honores que merece un campeón.