Jonathan McDonald no esperaba ser separado de Alajuelense. El lunes se reunió con el técnico Javier Delgado pensando en el próximo torneo y le hizo ver que este semestre sería el ideal para limpiar su imagen.
De hecho le adelantó al Sheriff que fuera con la Liga o en otro club se ha propuesto proyectar una imagen diferente a la que mostró en los últimos años, envuelto en la polémica.
“Le dije a Javier Delgado que este semestre para terminar el año es un reto personal limpiar mi imagen, en la Liga o en cualquier otro equipo”, expresó el delantero a Teletica Deportes.
El jugador no justifica los muchos episodios negros en los que participó, pero cree que le pitan diferente.
“Tuve una reunión con la Comisión de Arbitraje antes de empezar este torneo y les dije que siento que hay un reglamento para pitarle a McDonald y otro para el fútbol en general. Se los hice ver, porque hay jugadas que no me perdonan y a otros sí, es ahí donde me pregunto por qué la injusticia”.
Respecto a los arrebatos de cólera en el terreno de juego, “Big Mac” destacó a la televisora que “todos en la vida nos hemos enojado, hemos tirado algo, hemos golpeado, el fútbol es así. Es mucho lo que se juega en 90 minutos, la permanencia de uno en un equipo o de un compañero”.
Ahora el futbolista escuchará ofertas para definir cuanto antes su futuro deportivo. No tendría inconveniente en vestir la camisa del archirrival, Saprissa, como lo hizo su excompañero Diego Calvo meses atrás. El jugador recalcó que vive del fútbol y como profesional que es está anuente a firmar con el equipo que le abra las puertas, sea el Monstruo o en otro lado.
“Estoy anuente a cualquier oferta, tengo una familia, cosas que pagar. Si tuviera la vida resuelta y me pasa esto me alejo del fútbol por muchas cosas que afectan a mi familia y me afectan a mí”.
Tampoco descarta salir nuevamente del país para cambiar de ambiente.
“Muchos amigos me han aconsejado que sería bueno irme del país un rato, tampoco la idea es loca, porque se sabe que allá se gana muy bien. Estamos manejando opciones”.
Pero a la vez el reto que se ha planteado lo invita a quedarse en el fútbol nacional. “En el plano personal me encantaría quedarme porque es un reto personal limpiar la imagen, decir que esto no es lo que soy y no me pueden meter dentro de esa cápsula, quiero salirme, los que me conocen fuera del fútbol saben cómo soy en realidad”.
RESENTIDO
Aunque no lo reconoce abiertamente, el accionar de la directiva lo resiente porque es la segunda vez que lo declaran transferible en menos de un año. Pensaba en seguir su carrera deportiva en Alajuelense y le creyó a Javier Delgado cuando el lunes le dijo que es una pieza importante en el equipo y que buscaría defenderlo ante los directivos.
“Defraudado no, sino que a veces siento -y se lo he dicho a ellos (directivos)- que me utilizan en muchas otras cosas que no es en la cancha, pero eso se lo dejo a conciencia y criterio de ellos. Tuve diferencias con algunos directivos por meterme en aspectos que no debía, que no les gustó en cierta parte”.
Siente que la presión de la afición tras el fracaso en la final empujó a la dirigencia a despedirlo, y considera que no le dieron el respaldo necesario en momentos clave, como ahora. Y reveló que sus excompañeros le hicieron ver que están dolidos con la noticia, porque se define como un jugador progrupo.
“El grupo está golpeado, me lo han hecho saber mis excompañeros y amigos. La noticia los golpea por lo que representaba en el camerino”.
Por último, afirma que por rendimiento la directiva no lo puede señalar porque en los 7 torneos cortos que vistió la rojinegra siempre destacó.
“En cuanto a números no tengo problema, la estadística está ahí. Son las cosas que a uno le duelen al momento, que no es suficiente el peso para tomar decisiones de esta índole”.