Según el Diccionario de la Real Academia de Medicina, una epidemia es una enfermedad que se propaga por un país durante algún tiempo, mientras que una pandemia se extiende a otros países.
Durante 2020 Costa Rica sufrió gran número de muertes a causa del virus SARS-CoV-2 y se estima que alrededor del mundo fallecieron al menos 7 millones de personas víctimas del Covid-19.
Pero en pleno 2023 existe una pandemia que cada día toma más fuerza no solo en nuestro país, sino también en el resto del mundo y es la de violencia y los homicidios.
Según el análisis de los expertos, la ola de criminalidad en Costa Rica se iguala con países como México, Brasil y Guatemala. Analicemos los comparativos.
Costa Rica tiene una superficie de 51.100 km2, mientras que México tiene 1.964.375 km2. Esto quiere decir que es 38 veces más grande que nuestro país y su tasa de homicidios es de 25 por cada 100.000 habitantes.
Se especula que en Costa Rica la tasa de homicidios pasará de 12 a 18 por cada 100.000 habitantes, cifra que lo compararía con Brasil, que reporta 18,8 por cada 100.000, pero es 166 veces mayor que nuestro país y tiene 210 millones de habitantes más, lo que enciende las alertas para una nación tan pequeña como la nuestra.
Michael Soto es un criminólogo, abogado y administrador público que se desempeñó como ministro de Seguridad Pública entre 2018 y 2022. Durante su gestión la caída en la tasa de homicidios cerró 2018 con apenas 519 asesinatos dolosos, dejando en ese momento a 2017 como el año récord en homicidios.
El exministro es quien ha realizado las proyecciones que cerrarán 2023 como el año récord en la historia costarricense con más de 900 muertes dolosas.
“Es probable que si no hacemos algo extraordinario podríamos estar superando los 19 o 20 homicidios por cada 100.000 habitantes por muchos factores.
Eso no es un tema específico que tenga que ver con el gobierno, con una institución en particular, sino que es la ubicación geográfica del país, la transmisión en la vulnerabilidad de nuestro sistema.
Son circunstancias que no son fáciles de resolver, pues hay que analizar otros factores en el país que tienen que ver con una desatención, sobre todo en las zonas costeras y urbanomarginales, y sistemas sociales”, declaró.
Costa Rica comenzó 2023 sangriento, solo el 1 de enero registró 7 muertes violentas. Ese mes cerró con 77 homicidios y el que más muertes por ajustes de cuentas registra es abril con 87.
El segundo mes con más homicidios fue agosto con 85 y setiembre cerró con 76. En algunos casos no se trató de una solo víctima, sino de dos, tres y hasta cuatro en un solo ajuste de cuentas.
“ESTAMOS EN PANDEMIA
DESDE HACE AÑOS”
Soto confirmó a DIARIO EXTRA que estamos en una pandemia de homicidios no solo en este momento, pues el problema tiene varios años.
“La Organización Mundial de la Salud después de 10 casos dice que estamos en pandemia, entonces tenemos ya bastantes años de estar en pandemia. Lo que hicimos fue desacelerar un poquito, pero yo le podría decir que esa pandemia cada vez crece más”, expresó.
“Pues sí, preocupa, y no crea que hemos dejado de trabajar cada uno en nuestros puntos de encuentro, pero bueno, el tema de homicidios, de la criminalidad en general, no lo resuelve la policía, la policía contiene.
Hay que diferenciar muy bien: una cosa es contención criminal y otra la resolución de la criminalidad. Eso discurre por otro tipo de áreas que tienen que ver mucho con lo social y la inversión económica”, agregó.
LOS GOTA A GOTA
La incidencia criminal que envuelve a nuestro país no solo se presenta en materia de homicidios, pues las estructuras criminales trabajan en múltiples oficios que al final se transforman en delitos y muertes, tal es el caso de los préstamos gota a gota.
En 2019 Costa Rica presentaba una tasa del 9,3% que se transforma en 136 denuncias y de enero a setiembre de 2023 registra 434 para una tasa del 29,8% y sigue creciendo.
Esta modalidad de préstamos exprés, sin fiador y sin garantías están relacionados con gran cantidad de homicidios, ya que el deudor que no cumpla con los pagos diarios puede ser amenazado, torturado e incluso asesinado, como ocurrió en muchos casos.
Según los expertos en seguridad, los gota a gota se convirtieron en el negocio del siglo porque el crimen organizado percibe muchísimo dinero y es una forma de mantener los flujos activos.
Prestan dinero a muchas personas, el cual va dando vueltas y los prestamistas siguen obteniendo ganancias millonarias, pero la gente denuncia poco por miedo a las consecuencias.
Bryan Sandí, experto en seguridad y criminalista, señala que las bandas criminales utilizan códigos para enviar un “mensaje” a los grupos enemigos.
“En el sistema judicial no tenemos ejército, somos respetuosos con otros derechos humanos, entonces a nivel latinoamericano Costa Rica se está volviendo el sitio favorito de almacenaje y operaciones de grupos criminales. Ya tenemos criminales guatemaltecos y hondureños operando en el país”, indicó.
Medios internacionales y expertos señalan que ninguno de los países latinoamericanos está en guerra, sin embargo, América es el continente con más asesinatos al registrar 160.800 de los 436.900 reportados en todo el mundo en 2020.
La Organización de las Naciones Unidas señala que desde el principio del siglo XXI el crimen organizado ha matado a tantas personas como todos los conflictos armados combinados en todo el mundo, una fuerte declaración que deja al descubierto que la pandemia de homicidios está ganando territorio.
Costa Rica ocupa el tercer lugar en Centroamérica en materia de homicidios dolosos, solo por debajo de Honduras, que ocupa la primera posición, y Guatemala, la segunda.
Sin embargo, nuestro país supera a otros como El Salvador, que años atrás se posicionaba como uno de los más violentos de América Latina. Por último está Panamá.
¿Cómo puede afectar la delincuencia a nuestro país? ¿Qué imagen tiene el mundo de Costa Rica? Esos puntos los analizaremos en la segunda parte de este reportaje.