Comprar zapatos es una tarea la cual debe hacerse con mucho cuidado ya que si no ajustan bien pueden causar ampollas o incluso vergonzosas caídas.
Cuando quedan pequeños y las personas deciden usarlos así, suelen provocar serios problemas en los pies. Algunos ejemplos son: cayos, ampollas, deformación de los dedos y uñeros.
El calzado siempre tiene que sentirse ligero y cómodo al caminar, pero tampoco debe resbalarse en el talón.
ARREGLAR ZAPATOS GRANDES
Para modificar estas prendas para que ajusten bien se pueden comprar plantillas adhesivas y colocarlas dentro para que al usarlos queden más ajustados.
Estas plantillas pueden ser de silicona para evitar el deslizamiento y de tela para llenar más espacio.
Los tacos, postales en forma de curita y antideslizantes que sólo se colocan en la parte superior del zapato que colinda con el tobillo, es otra opción bastante utilizada y puede adquirirlos en cualquier zapatería.
Meter algodón en la punta es lago que se utiliza mucho, pero no funcionará en los que tengan los dedos abiertos.
MODOFICAR ZAPATOS PEQUEÑOS
Para los tacones o tenis que quedan pequeños se puede colocar una bolsa llena de agua dentro de la punta y meterlos en la refri. Cuando el líquido se convierta en hielo, expandirá el cuero dejándolo más amplio.
Otro truco es usar papel periódico mojado en alcohol e introducirlo bien tallado para que el material del calzado se suavice.
También se puede calentar la parte de adelante con un secador de cabello y luego doblarlos una y otra vez hasta que se empiecen a suavizar y sea más fácil andar con ellos.
La recomendación más simple sería usarlos en la casa con medias gruesas hasta que se adapten a la forma del pie.