Soy un hombre casado de 34 años. Conozco a mi esposa hace siete años, de novios no podíamos tener relaciones porque ella vivía con la mamá, desde que nos casamos hace cuatro años noté que ella es muy apartada para el sexo. Solo tenemos relaciones si yo tomo la iniciativa, pero ahora desde inicio de año, solo hemos tenido una relación sexual. Le aclaro que nos llevamos bien en los demás. No quiero presionarla, pero tampoco quiero seguir así.
– Se tiende a creer que las parejas jóvenes disfrutan al máximo la sexualidad y que toda su vida sexual es un “lecho de rosas”. De igual manera le resulta inconcebible, al colectivo social, creer que los jóvenes puedan enfrentar un problema sexual, ya que les considera que son saludables y vigorosos.
Sin embargo, la realidad nos señala que las fallas sexuales son muy frecuentes en esas etapas de la vida y que es común que en los hombres jóvenes se presenten cuadros de eyaculación precoz, fallas en la erección y hasta pérdida del deseo. De igual manera vemos muchos casos de mujeres jóvenes que no sienten las ganas de tener relaciones y a muchas además les cuesta lubricar y hasta conseguir el orgasmo.
Desde luego, estos problemas toman por sorpresa a ambos miembros de la pareja, se sienten muy jóvenes como para estar lidiando con problemas en la cama, y es común que hasta se cuestionen la fidelidad y hasta el afecto que se profesan.
A pesar de esos temores, en la mayoría de estos casos, la causa es fácil de identificar y guarda relación con problemas estrictamente físicos, como alteraciones hormonales o metabólicas y hasta cuadros infecciosos que son relativamente fáciles de resolver. Claro está lo ideal es que consulten cuanto antes para evitar que el vínculo se vea en entredicho.