La Embajada de la República Popular China en Costa Rica se pronunció tras los comentarios de Paula Bogantes, titular del Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), y Hubert Vargas, viceministro de Telecomunicaciones, ante la Comisión de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior de la Asamblea Legislativa.
Durante la comparecencia, Bogantes y Vargas cuestionaron la legislación del gigante asiático e indicaron que es un país con mayor riesgo en materia de ciberseguridad y lo llamaron un estado totalitario.
“Estos comentarios afectan gravemente la confianza y las expectativas de las empresas chinas para realizar actividades económico-comerciales en Costa Rica y socavan el buen ímpetu de desarrollo de las relaciones bilaterales. Lamentamos mucho sus comentarios y expresamos nuestra energética y vehemente oposición a sus acusaciones irresponsables e infundadas, dice el comunicado oficial de la representación de Pekín en Costa Rica”.
El cuerpo diplomático chino aseguró que su país impulsa la construcción de la democracia de acuerdo con sus propias condiciones nacionales.
De igual forma, informaron que el país oriental es víctima de los ciberataques y escuchas telefónicas, por lo que en 2020 lanzaron la Iniciativa Global sobre Seguridad de Datos con la que se aboga que las empresas cumplan estrictamente las leyes de los países donde operen.
ARGUMENTOS CHINOS
De acuerdo con la embajada, el Convenio de Budapest no aborda la cuestión de ciberseguridad ni establece las presuntas normas de ciberseguridad, por lo que “cuesta entender que Costa Rica alegue este Convenio para regular el origen de los proveedores de 5G”, se lee en el documento.
Afirman, asimismo, que dicho convenio trata sobre la cooperación judicial en materia penal, cuyo objetivo es establecer un mecanismo de cooperación internacional para combatir la delincuencia.
Sin embargo, enfatizan que: “la mayoría de los países firmantes del Convenio de Budapest permiten y dan la bienvenida a la participación de empresas de telecomunicaciones chinas en la construcción de 5G en sus países”.
Indican, además que: “las empresas de telecomunicaciones de China llevan años operando en América Latina y el Caribe, incluyendo Costa Rica. No solo que nunca pusieron en peligro la ciberseguridad local, sino que además promueven notablemente el desarrollo de las telecomunicaciones en la región, dando facilitaciones al pueblo en general y creando considerables beneficios socioeconómicos”.
El comunicado de la Embajada también señala que Costa Rica exporta más de 200 productos al gigante asiático y que los proyectos de cooperación como el Estadio Nacional, la Escuela Nacional de Policía y la Planta Potabilizadora Cañas-Bebedero muestran amistad entre ambos países.
“Estamos a la expectativa de que los distintos sectores de la sociedad costarricense no se dejen engañar por las maniobras políticas de unas pocas personas, y continúen haciendo esfuerzos conjuntos con la parte China para salvaguardar las relaciones bilaterales entre China y Costa Rica”, finaliza el comunicado.
¿POR QUÉ EXCLUYEN?
A inicios de setiembre, Rodrigo Chaves, presidente de la República, ratificó que solo podrán encargarse de la provisión de las plataformas 5G aquellos países que hayan suscrito el Convenio de Budapest.
De este modo, empresas de la República Popular China, así como de Corea del Sur, Singapur, Suecia, Brasil y otras potencias en materia tecnológica y de telecomunicaciones no podrán ofertar sus servicios.
“Lo que tiene clarísimo Costa Rica es que fuimos atacados varias veces, trataron de ponernos de rodillas, imagínese un hackeo masivo de 5G (cuando ya esté desplegado). A este país lo pueden poner de rodillas. ¿El sistema bancario? ¡Cataplúm!
Licitamos frecuencias 5G con operadores privados y equipo 5G para Kölbi, ¿qué es lo que decimos? Solo los estándares más altos de ciberseguridad pueden competir en esas licitaciones, el acuerdo de Budapest es el estándar”, manifestó.
El mandatario señaló que cualquiera podría participar en el desarrollo de las comunicaciones móviles de quinta generación, no obstante, se deben apegar al convenio internacional.
“Yo no sé qué países lo firmaron o no, ¡que vayan y lo firmen rápido! Países como Costa Rica tienen en mente la preocupación y el bienestar de su ciudadanía. Es un umbral, si su país no está de acuerdo en adoptar los estándares más avanzados de seguridad, ¿qué les vamos a decir a las 200 empresas americanas que están aquí en zonas francas?”, respondió a El Periódico de Más Venta en Costa Rica.
POSICIÓN DEL MICITT
Tras los cuestionamientos de los diputados de la Asamblea Legislativa y la presentación gubernamental china, la titular del Micitt salió al paso para repetir que el reglamento de ciberseguridad 5G se basa en criterios técnicos y no políticos.
“Deseo expresar firmemente que todas las acciones en materia de ciberseguridad aplicada a las telecomunicaciones y la lucha contra la ciberdelincuencia obedecen a recomendaciones técnicas, y corresponden a temas de orden público e interés nacional”, escribió Bogantes.
Una vez más, la política señaló el ciberataque que sufrieron las instituciones estatales en 2022 como uno de los motivos de la nueva reglamentación y el hecho de que el grupo hackers Conti sea de origen ruso.
Bogantes resaltó nuevamente que el reglamento se basó en cuatro estándares ISO y en dos documentos “Recomendación sobre la ciberseguridad de las redes 5G” y “Ciberseguridad de Redes 5G – EU Caja de Herramientas para mitigación de riesgos”, emitidos por la Unión Europea en 2019 y 2020.
“Lo planteado es respetuoso del principio de neutralidad tecnológica, ya que no exige el uso de una tecnología específica, sino que define parámetros de riesgo para la operación de estas redes y la prestación de estos servicios. En el caso de redes 4G y anteriores dispone la emisión en los próximos meses de lineamientos de buenas prácticas en materia de ciberseguridad”, comunicó.
Bogantes finalizó diciendo que buscar las mejores condiciones para luchar contra la ciberdelincuencia no es un tema político y que las decisiones que toman en su cartera se basan en fundamentos técnicos.