La obra que se construyó con el objetivo de ser un centro penal para albergar a 624 privados de libertad de mediana contención y que tuvo un costo de ¢5.600 millones, ahora se destinará al descanso de los oficiales penitenciarios.
Gerald Campos, ministro de Justicia y Paz, manifestó que trasladó una denuncia al Ministerio Público para que investigara lo sucedido en la adjudicación y construcción de dos torres ubicadas en Terrazas, dentro del complejo penitenciario La Reforma, en San Rafael de Alajuela.
“No hemos sido notificados para ver cuál fue el rumbo de la denuncia, desde el inicio no nos pareció, por eso, ustedes mismos periodistas, vean lo que hace un año quisimos explicar.
Se creó por un proyecto de Ley en el que se trasladó parte del superávit del Registro Nacional para construir la obra y ser parte del sistema carcelario y penitenciario para que permita el uso de las instalaciones a la Policía Penitenciaria y a la Dirección General de Adaptación Social, que son los responsables de dar el soporte en vigilancia a los privados”, detalló.
Por su parte, el director general de Adaptación Social, Juan Carlos Arias, externó que la construcción tiene serias complicaciones.
“El área de las escaleras tiene un diámetro diferente lo que dificulta la maniobra de acción de la policía en caso de alguna emergencia y la posición vertical dificulta el mantenimiento.
Es un espacio de alojamiento, cuenta con un primer nivel para un área multipropósito (visita íntima y consumo de alimentos), los demás servicios (salud, elaboración de alimentos en sitio, atenciones profesionales) no están ubicadas aquí”, explicó.
El jerarca de Justicia añadió que lo único que se presupuestó fue la construcción de dos torres.
“Nunca la parte logística, la cantidad de policías. No tenemos policías para esta área, si se habilita como centro penal hay que tomar policías de los otros centros. No reúne las condiciones para que estén ellos, tendrían que trasladarse a otro centro para comer y descansar.
Una grada mide un metro, los más que bajan son dos personas, si se da una emergencia, las puertas se abren y se cierra otro acceso, no hay patios de sol, no hay acceso a teléfono público, habrá que construir algo externo y no hay recursos”, enfatizó.
ARMAS LETALES
DIARIO EXTRA hizo un recorrido por las instalaciones y comprobó que hay sitios donde se exhiben vidrios, tubos plásticos por donde pasan aguas negras, candados, latas de zinc y varillas metálicas que estarían al alcance de los reos, por lo que se convierte en un lugar muy riesgoso en caso que se emplee como reclusorio, pues, como recalcó Campos, un vidrio quebrado podría ser un arma en manos de los presos.
“En cada piso hay vidrio y nos preocupa. No lo inventamos nosotros, son más de 6.500 intervenciones y más de 23.000 armas blancas decomisadas, no se vale que una estructura nueva le dé esas facilidades para que se den riñas.
Haremos una cárcel de verdad con todos los requerimientos para poder operar, si nos obligan, que esas personas asuman la responsabilidad. Inclusive el traslado de la comida es complejo, hay una distancia de 600 metros aproximadamente”, finalizó el ministro de Justicia.