Miles de personas, de distintas partes del país, llegaron al Estadio Nacional para participar de la fiesta de Pentecostés, la cual fue organizada por la Asociación Obras del Espíritu Santo, en conjunto con la iglesia católica, las cuales esperaban una asistencia de 35 mil almas. Dentro de las actividades programadas estuvo la recolección de firmas con las cuales los asistentes católicos piden al Papa Francisco visitar Costa Rica.
El evento fue denominado “Gran fiesta de Pentecostés” y el lema principal de la actividad fue “Espíritu Santo, Gracias por el Papa Francisco” y este arrancó desde las 8 a.m. con el rezo del Rosario, al tiempo que hubo animación, alabanzas, oración con el Santísimo, procesión y secuencia del Espíritu Santo.
El presbítero, Sergio, recalcó que la fiesta de Pentecostés es de las actividades importantes pues se celebra la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles, 50 días después de la Resurrección de Jesucristo. Claro está, evento póstume pues sin éste la iglesia no tendría la importancia que tiene actualmente.
“En ese marco extraordinario de fiesta de Pentecostés, Dios nos regala la gracia de celebrar un homenaje al Papa Francisco. (…) Se van a firmar miles de cartas en el Estadio invitando al Papa para que venga a Costa Rica. Estamos contentos porque el embajador costarricense, ante la Santa Sede, ya le ha hablado a nuestro amado pastor.
(…) esperamos, en nombre de Dios y con mucha humildad, una respuesta positiva, porque Costa Rica necesita que venga el Papa. Hay mucho dolor, decepción, escándalo y necesitamos una voz que nos anime. Sabemos que él, con ese amor y sonrisa, va a cautivar como ocurrió en 1983 cuando llegó el Papa Juan Pablo II”, aseguró el padre Valverde.
Dentro de las actividades se hizo un homenaje al Papa Francisco, que estuvo a cargo de Marco Navarro. Los asistentes escucharon con detenimiento la Santa Misa y a la 1 p.m. el ministerio musical Los Alfareros, procedente de República Dominicana, se encargó de desbordar la espiritualidad en el Estadio Nacional; luego a las 3 p.m., recibieron la bendición final.
“Con la presencia del Espíritu Santo, la iglesia (más que una organización) es vida a través de la humanidad. Es testimonio de evangelización y la palabra es espíritu y vida”, afirmó Valverde.