El violento sonido de motores y una balacera despertaron la madrugada de ayer a los vecinos de El Llano, en Alajuelita. Se trataba del crimen del conductor de una moto, liquidado de 5 plomazos.
La víctima, un menor de 17 años, viajaba en la Honda placas 303009, inscrita según el Registro Nacional a nombre de un hombre de apellido Ramos, de 61 años. Junto con el joven viajaba otro muchacho, quien resultó ileso al atentado mortal.
¿EN TERRITORIO AJENO?
Las causas de este hecho de muerte no están claras, al parecer la víctima no era de la zona e ingresar a este sitio a altas horas fue su condena mortal. Judiciales presumen que los rivales del menor conocían de antemano su presencia en el sitio, por lo que vigilaron y esperaron.
Al escuchar el automotor, le salieron al paso y sin mediar palabra le enviaron una serie de balazos. Por más que el menor trató de invadir los plomos, tres de estos lo alcanzaron en la cabeza y dos en el tórax; en cuestión de segundos perdió el control y cayó al pavimento.
En medio del susto, el acompañante se levantó mientras observaba cómo los rivales abandonaban el lugar.
“Los detalles son pocos, del fallecido solo se sabe que es menor, sin embargo se desconoce qué generó el atentado y por qué permanecía en la zona”, aseveró Raúl Rivera, oficial de la Fuerza Pública.
Por más de diez minutos los paramédicos trataron de estabilizarlo, no hubo tiempo ni para trasladarlo a algún centro médico, pues no registraba signos vitales.
Agentes de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios se encargaron de recoger los casquillos y otras pesquisas. Judiciales de Homicidios determinarán el móvil del crimen y quién o quiénes le causaron la muerte al menor.
Según trascendió, el occiso era de Aguanta Filo, en Hatillo, sin embargo esta versión no fue confirmada. Lugareños dicen desconocer quiénes son los atacantes, pues supuestamente usaban cascos.