Víctima de estafa narró amarga experiencia
Sheykel Soto fue una de las víctimas durante 2024 de estafas con tarjetas. Ella compartió con Diario Extra su amarga experiencia y aseguró que supo del fraude mientras realizaba un pedido en una aplicación de comidas.
“Un día yo estaba intentando hacer unas compras mediante aplicaciones de servicios de entrega de comidas a domicilio, tras realizar el pedido en la aplicación me dice que no tengo fondos en la tarjeta, por lo que procedo a revisar la cuenta del banco y veo que prácticamente estaba vacía”, destacó Soto.
Tras hacer la revisión bancaria, se percató de que los delincuentes habían realizado compras en otra aplicación que ella no utilizaba.
“Al revisar mi estado de cuenta veo que me hicieron rebajas de una aplicación que nunca he utilizado, sacaron de mi cuenta ¢55.000 por transacción (hubo seis en total). Yo no me di cuenta de que me estaban robando la plata hasta que ya no tenía ese dinero”, añadió.
No se explica bien qué ocurrió y cree que quizá le clonaron la tarjeta por internet.
“La verdad no tengo muy claro cómo fue que hicieron esta estafa, porque fueron dos tarjetas las que estaban utilizando para robarme el dinero y esas eran las que yo usaba para comprar en línea”, enfatizó. Según datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), hasta el 5 de diciembre de este año 3.757 personas fueron estafadas cuando usaron una tarjeta de crédito o débito.
Entre las principales denuncias se encuentran los cargos sin consentimiento con un total de 1.079 casos.
Sergio Jiménez fue otra víctima de estas estafas. Él empezó a notar cargos en sus cuentas que no correspondían a lo gastado. Luego le clonaron su tarjeta y le empezaron a sacar dinero de un cajero automático.
“Yo en ese tiempo trabajaba en un horario de 2:00 p.m. a 11:00 p.m. en pleno San José, cuando yo salí fui a echarle combustible al carro, a la hora de pagar, paso la tarjeta y el pistero me dice que salía denegada.
Al ingresar a la cuenta veo que estaba en cero, al revisar movimientos observo que había una extracción del dinero de un cajero automático en Heredia por ¢400.000”, narró Jiménez.
Al día siguiente presentó la denuncia en el OIJ y, luego de presentar pruebas de que él se encontraba en su lugar de trabajo cuando se hizo la operación en el cajero automático, Jiménez logró que el banco le devolviera el dinero, tras dos meses de trámites.
En cuanto a la sustracción o robo de tarjetas durante 2024, se reportaron 4.213 casos, pero noviembre fue el mes en que más se presentaron, con 410.
Andrés Corrales, especialista en ciberseguridad, destacó que esto se debe en su mayoría al exceso de confianza de los costarricenses, quienes en ocasiones no toman medidas adecuadas para proteger esos métodos de pago.
“Es muy usual hoy en día que las personas le tomen fotos a la tarjeta para que un familiar le ayude con una compra, la manden por correo electrónico o
WhatsApp y ahí, por ejemplo, van a quedar disponibles el código de seguridad y el número de tarjeta”, alegó Corrales.
Otro de los errores que cometerían los ticos es utilizar redes públicas para hacer transacciones financieras, lo que incrementa el riesgo de algún tipo de robo.
“Para este tipo de transacciones solo deberían usarse redes privadas, o sea, las que tienen contraseña, ya que aquellas públicas o que tienen muchos usuarios conectados, por ejemplo, de malls y supermercados, pueden ser interceptadas por los cibercriminales”, finalizó.