Cuando un incidente involucra a una persona herida, se reporta principalmente al servicio de emergencias 9-1-1, desde donde se notifica a Fuerza Pública y a socorristas de Cruz Roja y/o Bomberos, según el caso.
Inicialmente la escena es custodiada por funcionarios de la Fuerza Pública, quienes resguardan la zona por seguridad del personal de socorro y de los curiosos.
Por esta razón, en casos donde la Cruz Roja llega antes que el cuerpo policial, el protocolo indica que deben esperar la llegada de los uniformados para ingresar a la escena, de tal modo que puedan resguardar su propia vida.
DIARIO EXTRA conversó con algunos funcionarios que coincidieron en señalar que existen “zonas de muerte”, donde el escenario es complicado; una persona que recibe múltiples impactos de bala, como se ha venido registrando en los últimos meses, representa un mayor peligro para el personal que atiende los reportes, es decir, no hay garantía de la seguridad del socorrista, “si los sicarios se dan cuenta que la persona está viva pueden regresar poniendo en peligro nuestras vidas”.
De allí la importancia del apoyo de los uniformados en la escena.
MATAN A VEGETA
Una tarde familiar se convirtió en tragedia cuando un hombre identificado como Darwin Campos Carrillo de 24 años de edad, mejor conocido como “Vegeta” recibió al menos 7 impactos de bala en diferentes partes del cuerpo.
Fuentes judiciales informaron que el hombre se encontraba en una plaza de deportes ubicada en la Colonia San José, en Puerto Viejo de Sarapiquí, en compañía de su esposa y su hija de 2 años de edad, en un compartir de la comunidad cuando, “llegó al lugar un sujeto caminando y le disparó en al menos siete ocasiones, para de inmediato darse a la fuga donde lo estaba esperando otro sujeto en una motocicleta”.
Según informaron, los sospechosos vestían completamente de negro y llevaba cubierto parte de su rosto, por lo que, de momento, se dificulta su identificación.
Aunque Campos fue trasladado con signos vitales a la clínica local, falleció minutos después por la gravedad de las heridas que recibió en cabeza, cadera, brazo derecho y abdomen.
COMUNIDAD ENARDECIDA
En este caso, los cruzrojistas se acercaron a la escena, y debieron esperar la llegada de los efectivos de Fuerza Pública, “a la hora del abordaje del paciente, se encuentra un masculino con varios impactos de bala”, informó el paramédico de apellido Hidalgo.
Esta “espera” implicó el malestar de quienes presenciaron el crimen, quienes exigieron a los socorristas la atención inmediata de Campos, pues se encontraba con vida, sin embargo, los paramédicos se apegaron al protocolo.
Un voluntario de la Benemérita quien solicitó resguardar su identidad comentó al Periódico del Pueblo, que “los cruzrojistas también somos seres humanos, y por ley universal debemos resguardar nuestra vida, en especial cuando la escena representa un peligro, y en las llamadas zonas de muerte, nos debemos apegar al protocolo y esperar a las autoridades”.