Un total de 14 cámaras del sector privado urgen al Gobierno y al Banco Central para negociar con el fin de detener la caída que sufre el dólar en nuestro país, por lo que pidieron a la Iglesia católica propiciar el diálogo entre las partes.
En dos años el precio de la principal divisa extranjera del país perdió un 30% de su valor, lo que, según varios representantes empresariales, está provocando el cierre de empresas y la pérdida de puestos laborales.
Por ejemplo, Shirley Calvo, directora ejecutiva de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), indica que este sector, que representa a más de 1.500 familias, se está quedando sin trabajo debido directamente al tipo de cambio.
Así lo expusieron en una conferencia de prensa convocada en la Casa Arzobispal en el centro de San José.
Otra organización que afirmó tener afectaciones es la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA), su presidenta Ivania Quesada afirmó: “tenemos empresas que ya reportan que han cerrado, entre ellas fincas bananeras, así como plantas de flores y follajes. Estos cierres están dejando sin trabajo a más de 100 familias costarricenses”.
Igualmente, Manuel Salazar, del Congreso Cafetalero, indicó que en la actualidad más de 27.000 compañías dedicadas a este grano se encuentran en riesgo y esto podría afectar a más de 200.000 personas que desempeñan dicha actividad.
LO QUE PROPONEN
Estos grupos empresariales buscan que el país cambie la política monetaria para que las tasas de interés bajen y el tipo de cambio se incremente hasta un punto de equilibrio.
El gremio aseguró que se necesita que el tipo de cambio vuelva a niveles naturales y afirmó que puede estar entre ¢630 y ¢650. Además, externó que un tipo de cambio en ¢500 o menos arruinaría a los productores del país.
Carlos Díaz, de la Cámara de Exportadores de Costa Rica, manifestó que este sector está viendo una pérdida de competitividad y puso como ejemplo la llegada de Google a El Salvador, pues ellos no están solicitando un tipo de cambio fabricado a la medida, sino que pretenden una simetría en las intervenciones al dólar cuando sube y cuando baja.
A lo que Díaz se refiere es a una crítica que los sectores empresariales hicieron al Banco Central de que cuando el dólar alcanzó los ¢700, la entidad subió de 0,75% a 9% la Tasa de Política Monetaria (TPM) con la intención de frenar el incremento del valor de la moneda, sin embargo, cuando el precio empezó a bajar, no hizo una reducción con la misma velocidad como lo ha pedido el sector productivo.
Los participantes de la conferencia de prensa concluyeron que en estos momentos están buscando el diálogo, pero que no descartan otras medidas para defender sus intereses.