Los industriales están de acuerdo con enterrar la ley que pretendía crear un fondo de avales para el apoyo de las empresas afectadas por la pandemia y reactivar la económica.
Se trata de $270 millones de un crédito otorgado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
El gremio considera que el fondo de avales dejó de ser oportuno y los efectos positivos que se esperaban ya no se materializarán, por lo que continuar adelante con el proceso resultaría en una alta relación de costo-beneficio.
Hacen referencia a la Ley Nº10.106, “Creación de un Fondo Nacional de Avales para el apoyo a las empresas afectadas por el Covid-19”. Acordaron que esta debe derogarse y trasladar los fondos a un mejor uso para el beneficio de las empresas.
“La valoración técnica y operativa, que se realizó desde la Comisión Pyme de la Cámara de Industrias, es que dicha ley, tal como fue aprobada, enfrentaba dificultades para una oportuna implementación y cumplir adecuadamente sus objetivos, debido a deficiencias técnicas y legales en sus contenidos, diseño poco claro de la gobernanza, duplicidad con la institucionalidad y fondos de avales ya existentes, y un posible alto costo de su gestión a través de la figura del fideicomiso”, dijo Enrique Egloff, presidente ejecutivo de los industriales.
Este proyecto se aprobó en primer debate el 14 de diciembre de 2021 y se convirtió en ley de la República con su publicación el 14 de enero de 2022, 16 días después de ser presentada.
NO ERA OPERATIVA
La tesis de los industriales es que la ley presenta una serie de dificultades para la operativización de los avales, incluyendo el establecimiento de requisitos de acceso para los beneficiarios y de condiciones a los intermediarios financieros que hacen poco atractivo para unos y otros la utilización de dicho fondo.
La ley se debía reglamentar un mes después de que entrara en vigor, es decir, a más tardar el 14 de febrero de 2022, pero el gobierno anterior debido a esas deficiencias no logró reglamentarla para ponerla en operación.
“Todo ese tiempo transcurrido (casi dos años) posiblemente haya tenido efecto en reducir significativamente el grupo de beneficiarios al que iba dirigido, sea porque ya superaron los problemas de liquidez ocasionados por la pandemia o, peor aún, porque muchas micro y pequeñas empresas cerraron”, acotó Egloff.
De acuerdo con los industriales, en este momento es más urgente que las empresas puedan acceder a financiamiento en condiciones adecuadas para hacer frente a los problemas de capital de trabajo que están enfrentando, particularmente las mipymes, a raíz de los efectos del aumento significativo del costo de materias primas, insumos, costos del transporte y en general de logística, factores negativos que se acentuaron por la invasión de Rusia a Ucrania.
El llamado es a fortalecer y promover el uso de los fondos de avales existentes, en particular el Fondo de Avales del Fondo Nacional de Desarrollo (Fonade) del Sistema de Banca para el Desarrollo, orientando su uso a atender los problemas temporales de liquidez.