Melissa Mora, de 17 años, encontró en el tejido una forma de emprendimiento y una vía para expresar su creatividad.
Su negocio se centra en la confección de peluches tejidos a mano, una habilidad que desarrolló por su cuenta y que con el tiempo convirtió en una fuente de ingresos.
El interés surgió cuando vio videos de manualidades en internet, lo cual despertó en ella el deseo de intentarlo.
“Recordé que cuando era niña me habían enseñado a tejer un poco y eso me permitió retomar la técnica con mayor facilidad, así que empecé vendiendo llaveros en el colegio”, afirma.
A partir de ese momento comprendió que podía hacer de su pasión algo más que un pasatiempo.
Las tortuguitas tejidas son las favoritas de los clientes.
Los primeros pasos los dio en ferias organizadas en el colegio, donde sus productos tenían una excelente aceptación y las ventas fluían.
No obstante, al terminar esas actividades, el proceso de comercialización se volvió más desafiante, ya que dependía de las ventas en línea y la promoción a través de redes sociales.
Actualmente estudia inglés en la universidad y maneja la tienda de forma virtual, sin embargo, no descarta la posibilidad de complementar su carrera con algún curso de diseño o artesanías.
“Es una forma de relajarme, desconectarme del estrés diario y sentirme realizada”, asegura.
El precio de los llaveros tejidos, los primeros productos que ofreció, no supera los ¢4.000.
Los peluches más grandes, en cambio, pueden oscilar entre ¢5.000 y ¢12.000, según el diseño y el tiempo que requiera su elaboración.
El negocio figura en Instagram como @meiilume, donde Melissa le hace la cotización de su pedido.
También puede contactarla al correo meimeimorarias@gmail.com.