Carlos Berrios Chacón, de 40 años, se encontraba en las afueras de una licorera en la ciudadela León XIII cuando le quitaron la vida a balazos en una emboscada.
Berrios tenía amplio expediente judicial, cumplió 12 años de prisión en el Centro Penal Gerardo Rodríguez Echeverría en San Rafael de Alajuela por robo agravado; antes de eso en 1999 se le dictó su primera sentencia por cinco años.
Tiempo después reincidió y en 2016, cuando se encontraba recluido en la cárcel, presentó junto con varios reclusos un recurso de amparo, el cual está bajo el expediente 16-010411-0007-CO.
En el documento los convictos alegaron que en los dormitorios 9-10-11 existían pésimas condiciones, como sistema de alcantarillado colapsado, desbordamiento de aguas negras, y en la pulpería y el kiosco del centro los precios eran muy altos.
Por otra parte, en el mismo texto dijeron que los dormitorios 1-2-12 tenían privilegios sobre otros en cuanto a servicios y artefactos.
LE DIERON EN LA CABEZA
Sobre el hecho, los vecinos indicaron a la policía que escucharon varios balazos, se despertaron y al salir asustados de sus hogares vieron el cuerpo de Berrios tendido en plena vía pública con impactos de bala en la extremidad superior derecha, ingle derecha, parte superior del tórax y en la cabeza.
Debido a la lluvia de plomo brotó sangre sin control, con la que se creó un gran charco a su alrededor.
Trascendió que los lugareños consternados trataron de asistir al hombre, pero este no reaccionó, por lo cual decidieron llamar al servicio de emergencias 9-1-1, donde contaron lo sucedido a los operadores y de inmediato giraron una alerta para el comité de Cruz Roja más cercano.
ASISTENCIA
Los paramédicos llegaron lo más rápido que pudieron, se bajaron de la unidad y corrieron a atender al paciente, pero tras su valoración, determinaron que no podían hacer más por él, debido a que permanecía sin signos vitales.
Los socorristas coordinaron con los oficiales de Fuerza Pública, quienes se desplazaron al sitio lo más rápido posible para acordonarlo y evitar que las personas se metieran a contaminarlo.
Los oficiales llamaron a los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), quienes arribaron varios minutos después para inspeccionar la zona y ver si podían dar con el paradero del o los sospechosos de cometer el acto criminal.
Por otra parte, recolectaron indicios balísticos, los cuales les permitirán esclarecer las causas del suceso.
De acuerdo con un informe de esta institución, el hombre acostumbraba a deambular por la zona.
El cuerpo de Berrios fue trasladado a la morgue judicial, donde se le realizará la respectiva autopsia.