La aprobación de una fuerte reestructuración del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) generó mucha molestia entre los sindicatos de la institución porque presuntamente fue avalado sin estudios técnicos.
SUPRIMEN DEPENDENCIAS
El 2 de octubre la junta directiva aprobó reformar la institución, la cual suprimirá 72 dependencias, para bajar temas presupuestarios y aprovecharlos en proyectos.
Los directivos Krissia Coto, Elizabeth Fallas, Gilbert Aubert, Javier García y el jerarca Alejandro Guillén votaron a favor de esa decisión.
“Se busca la optimización de los recursos eliminando la duplicidad en la aplicación de procesos, así como la posibilidad de reestructurar la manera en que la organización ejecuta sus labores sustantivas y administrativas bajo una lógica de concordancia y procesos.
Esta labor implicó la necesidad de crear nuevas unidades que consoliden labores que se encontraban desagregadas en departamentos y direcciones dificultando el flujo de trabajo”, explicó el documento, del que DIARIO EXTRA tiene una copia.
“Es importante aclarar que, bajo la línea descrita, existen unidades que se suprimieron, sin embargo, en la mayoría de los casos las plazas han sido redistribuidas en otras dependencias como parte del proceso de mejora, o han sido asignadas a nuevas unidades que requieren de perfiles del mismo nivel para poder aplicar las funciones que se les ha determinado”, agregó.
DECISIÓN SIN ESTUDIOS
Los sindicatos aseguran que la decisión favorece los intereses de los directivos porque no tomaron en cuenta a nadie en AyA y tampoco estudios previos.
Además afectaría la aplicación de proyectos que impactarían directamente a la población costarricense.
“El AyA quiere bajar toda la plantilla y reducir el presupuesto laboral en aproximadamente ¢5.000 millones, eso la entidad quiere enfocarlo como un logro frente a la disminución tarifaria, pero ahora con esta medida se ve afectada la necesidad de inversión y mejoras al sistema. No podrá realizarse con la propuesta.
Si antes era difícil, ahora se incrementa el problema. Al quitar las jefaturas se crea descontrol e imposibilidad porque no hay estudios que validen que eso va a funcionar. Este sindicato lo ha pedido y no han querido dar la información, entonces no hay resultados que validen”, declaró Ivonne Mata, representante de ANEP-AyA.
“Están reduciendo la plantilla sin estudios que demuestren esa duplicidad, sin evaluar la carga de trabajo de esos nuevos equipos de trabajo y sin tomar en cuenta el conocimiento de las personas que en este momento tienen la experiencia.
Con esa propuesta la institución está apostando a reducir la plantilla por los problemas financieros, más que un proyecto de mejora, sin analizar que las unidades se ocupan”, añadió.
Incluso el 6 de octubre funcionarios le solicitaron a la directiva una audiencia para hablar de la reestructuración, según el documento SG-GSD-2023-01929, del que DIARIO EXTRA tiene una copia.
“Consideramos oportuno y responsable con criterio experto aportar en el éxito de este importante proceso de cambio y reconocemos en la reorganización una indudable oportunidad de mejorar para la gestión delegada en organizaciones comunales”, señaló Rafael Barboza, de la Subgerencia de Gestión de Sistemas Delegados.
CAMINO DE CRISIS
Aceptar la reestructuración es visto como el camino fácil de las autoridades de AyA para llevar a la crisis más grande en su historia y también a la privatización.
“La junta directiva está firmando un cheque en blanco y está dando el primer paso para que AyA entre en crisis y eso implique el inicio de la privatización y el encarecimiento del agua para los consumidores.
Además, las unidades técnicas son las que más están sufriendo los mayores cambios, mientras que la dirección jurídica, la auditoría y la dirección de planificación fueron conservadas y hasta aumentadas de tamaño, lo que es a todas luces contradictorio a un plan de mejora.
Es muy simple de entender cuáles van a ser las consecuencias y principalmente en deterioro del servicio, el desarrollo del país y el encarecimiento del servicio”, añadió Mata.