Ante el riesgo del avance del virus de la influenza aviar en los países de América producto de las migraciones de las aves silvestres, el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) lanzaron una alerta al sector.
Se está coordinando con el Ministerio de Ambiente y Energía, el Colegio de Médicos Veterinarios, instituciones estatales, académicas, así como el sector privado para la oportuna detección y atención de cualquier hallazgo de aves silvestres y domésticas muertas o con alguna sintomatología.
La influenza aviar es una enfermedad muy contagiosa que afecta a numerosas especies de aves tanto domésticas, silvestres y en raras ocasiones a mamíferos, incluyendo al ser humano.
Las aves infectadas pueden mostrar uno o varios síntomas como temblores, falta de coordinación, depresión severa, pérdida de apetito, parálisis, diarrea, secreción nasal, tos, estornudos, inflamación alrededor de la cabeza, cuello, ojos, caída de la producción de huevo y muerte súbita.
Ronaldo Chaves, coordinador del Programa Nacional de Salud Avícola del Senasa, indicó que los productos como carne de pollo, pavo, huevos, entre otros no generan un riesgo para la salud de los consumidores.
Se está solicitando a los establecimientos avícolas extremar las medidas de bioseguridad y las buenas prácticas de producción avícola para evitar exponer sus aves.
Asimismo, a los dueños de aves de traspatio se les hace un llamado para que las mantengan en confinamiento con el fin de evitar el contacto con las silvestres que podrían ser posibles portadoras del virus.
Javier Zamora, presidente del Colegio de Médicos Veterinarios de Costa Rica, hace un llamado a todo el gremio nacional a estar más atento que nunca a cualquier ave con sintomatología sugestiva, extremar medidas de bioseguridad en las granjas y realizar el reporte inmediato.
Si usted observa un ave muerta, en agonía o manifestando alguno de los síntomas anteriormente mencionados, la recomendación es no acercarse, no manipular, ni tratar de rescatarla o trasladarla, pues se arriesga a contagiarse o contagiar a otras aves.