Un gol en la Recopa, tres en el Torneo Apertura 2024 y cinco en la presente edición de la Copa Centroamericana hacen de Diego Campos la figura indiscutible de Liga Deportiva Alajuelense.
Pero también surge la pregunta ¿dónde está la clave de su éxito? Por la respuesta acudimos a su papá Erick Campos, quien nos cuenta que se basa en la humildad y la constancia. Además revela la pasión del romperredes por el café.
¿Qué recuerda de los inicios de Diego?
-Siempre ha estado ligado al fútbol y lo ha llevado en la sangre. A los cinco años ya estaba en una escuela de fútbol de Coronado, a los siete años la Liga se enfrenta a ellos y lo piden de refuerzo para ir a jugar a México.
¿De qué equipo fue el primer uniforme que le trajo El Niño?
-Fue un uniforme de la Liga y recuerdo que se lo compramos en el Mercado Central de San José.
¿Qué decía él en esos años?
-Desde pequeño tenía esa mentalidad de ser profesional y lo interesante es que desde los cinco años nos decía que iba a ser jugador profesional, pero en el extranjero.
¿Cómo es su hijo fuera de la cancha?
-Diego es súper reservado. De hecho, no le gusta que toquemos temas de fútbol cuando estamos reunidos en familia, de eso no conversamos. No le gustan mucho las entrevistas y ante todo es muy humilde. Después va a estudiar a Estados Unidos y allá la formación es diferente porque les exigen más en el estudio.
¿Qué carrera estudió?
-Economía y Administración de Empresas.
¿Cómo vive este buen momento de su hijo?
-Nosotros como papás estamos muy satisfechos porque siempre queremos lo mejor para nuestros hijos. A Diego le fue muy bien, estudió dos carreras y es muy responsable. Ya visualiza su futuro porque en el fútbol hay buenos y malos momentos.
¿Tiene un emprendimiento de café?
-Para él eso es una pasión en ese campo. No sé los detalles, pero está en ese proceso. Su idea es tener un negocio y buscar además la estabilidad.
¿Cuál es la clave de su éxito?
-La disciplina y ser súper disciplinado y enfocado en una meta fija. Ha luchado por esa meta y se ha visto reflejado. Cuando jugó afuera (en Estados Unidos, Noruega y Suecia) le fue muy bien.
¿Qué consejo le han dado usted y su esposa María del Rosario?
-Que mantenga la humildad y que siga con su trabajo, que eso es la base con que se obtiene el éxito. Nada ha sido regalado, pues desde niño ha trabajado fuerte.