En la lucha por saber ¿quién cocinaba a quién? el Rey hizo Monstruo asado en trocitos. Solo faltó el mantel, las tortillas y el fresco de mango. Esta vez la ensalada rusa, la de remolacha, salió sobrando.
La Sabana.- La afición alajuelense tuvo un domingo completo en el Parque Metropolitano La Sabana, por mucho llegó en más cantidad que los saprissistas y a media tarde celebró la obtención del segundo Súper Clásico.
En la lucha por saber ¿quién cocinaba a quién? el Rey hizo Monstruo asado en trocitos. Solo faltó el mantel, las tortillas y el fresco de mango. Esta vez la ensalada rusa, la de remolacha, salió sobrando.
UN CHOQUE DE BUEN VER
Desde el pitazo inicial hubo dinámica y triangulaciones en la grama natural del Coloso de La Sabana. Ese cuento de que los equipos llegan duros después de la pretemporada quedó en el olvido, debido a las nuevas tendencias de preparación física.
No más sobre el minuto 22 Diego Madrigal abrió la cuenta en pase que lo dejó cara a cara con Alfonso Quesada. Definición de lujo y “que se paren los morados”.
Saprissa se vio muy bien, mejor que el cuadro del torneo anterior. La cintura morada no tiene nada que envidiarle a la de Melissa Mora. Se vio fresca, productiva y con mucho que dar para los hombres de la parte delantera.
Con media hora de clásico Diego Estrada se llenó de valor y entró con balón dominado a la parcela de los 16 metros con 50 centímetros. Descuido de la zaga eriza y el segundo al saco de los pupilos de “Machillo” Ramírez. Su celebración fue intensa, creo que con más sabor a venganza sobre su antigua casa que otra cosa.
Pero la ventaja momentánea relajó a los tibaseños. Además los leones nunca bajaron los brazos. Con menos toque en la media cancha siempre llegaban al área enemiga, más los tomaban en posición antirreglamentaria.
Casi sobre el cierre de la inicial el expuntarense Johan Venegas se antojó de lo hecho por Madrigal, debutar con gol en el partido de más rivalidad de estas dos escuadras y de cabeza puso el descuento.
LEÓN SACÓ LAS GARRAS
Con la obligación de emparejar los cartones Alajuelense propuso más fútbol en el complemento. Las inclusiones de Cristian Oviedo y Juan Camilo Aguirre subieron el precio de las acciones rojinegras hasta que apareció Alejandro Alpízar al 85\’ para definir el 2 a 2. “Djorkaeff” no tuvo piedad, se la creyó y puso a celebrar a por lo menos al 70% de los asistentes, los parroquianos de chema roja con negro. El mismo “Matador” la tuvo para decretar la victoria pero el balón pasó desastillando el palo.
LLEGARON LOS “SHOUT OUT”
Las reglas determinaron que con el empate se debía definir el cotejo por medio de los tiros desde fuera del área, lo que los que hablan bonito le llaman “shout out”.
En la primera tanda marcaron Luis Diego Cordero y Alejandro Alpízar, pero en la segunda la botó Ariel Rodríguez y marcó Elías Palma. David Ramírez hizo lo suyo, sin embargo Donny Grant se la tapó al “Cusuco” Allen Guevara. Moisés Hernández no defraudó esta vez, mientras Juan Camilo Aguirre se la tiró a los pies de Donny. Bustos Golobio la botó a un costado para que Cristian Oviedo decretara el 3 a 3. El dramático cierre ocurrió con un paradón de Alfonso Quesada y la definición del juvenil Rónald Matarrita para el 4 a 3 definitivo y 6 -5 global.