Dr. Gerardo Zúñiga Zúñiga
Abogado, politólogo e historiador
La Constitución Política señala que Costa Rica es una república democrática, libre e independiente. Su Gobierno está conformado por tres Poderes separados e independientes: el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial.
La división de poderes garantiza que las atribuciones, competencias y facultades otorgadas a los diversos órganos del Estado sean ejercidas en un marco de pleno respeto y autonomía.
James Madison, a quien se le llama el padre de la Constitución estadounidense, decía que la división de poderes es esencial para la preservación de la libertad, y que cada poder debía tener su propia voluntad, es decir estar constituido de tal manera que los miembros de un poder debían tener la menor influencia posible sobre el nombramiento o la elección de los miembros de los otros poderes. Igualmente, Montesquieu, considerado el padre de la división de poderes, fue el “inventor” del sistema democrático.
El ejercicio del poder soberano se divide en tres grandes agrupamientos de órganos del Estado que conforman el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, cada uno con su ámbito de acción, con su propia y característica estructura organizativa y con su conjunto de funciones y responsabilidades.
Immanuel Kant formuló la idea de que el bienestar del Estado depende de la armonía entre sus tres poderes; armonía propiciada por la coincidencia de la Constitución con principios del Derecho. Por tanto, estos tres Poderes son funcionalmente independientes.
Sin embargo, vale aclarar que al referirse al Poder Legislativo como el “primer poder de la República” es una expresión, pero no significa supremacía de mando; hace referencia más bien a que del Poder Legislativo emanan, en primera instancia, las leyes que regulan la vida en sociedad, pero lo hace en representación del pueblo, el único en quien reside la soberanía.
El Poder Judicial es uno de los tres Poderes del Estado y su función es administrar la justicia.
El presidente de la República, en el pleno uso de sus facultades legales, morales, y en el marco de sus atribuciones, lanzó un reto histórico a los otros dos presidentes de los Supremos Poderes (Legislativo y Judicial).
Este hecho es sumamente relevante para el debate nacional sobre la coexistencia de los tres Poderes en nuestro sistema constitucional democrático.
Sería trascendental e interesante que dentro de una agenda claramente definida se discuta sobre los principales temas que actualmente se están abordando y suscitando con los tres Poderes de la República y probablemente sobre el funcionamiento de estos.
También que, dentro del marco metodológico de respeto y convivencia civil, los costarricenses, siendo meros espectadores, evaluemos el desempeño de los tres Poderes a la luz de los hechos y no de la retórica ni de las poses mediáticas.
En otras palabras, asistiremos a un debate nacional de esa envergadura que garantice el libre ejercicio democrático para ponderar el derecho que les asiste y sacar las conclusiones a la luz de lo debatido, lo cual sería de suma importancia para conocer, desde la perspectiva en primera línea, por parte de sus tres presidentes, una evaluación sistemática de sus actuales funciones y atribuciones y de la Costa Rica actual.
Por eso, el reto planteado por parte del presidente del Poder Ejecutivo es sumamente interesante y esperemos que los otros presidentes, tanto del Legislativo como del Judicial, lo acepten y se pueda efectuar.