El 03/07/1921 es el primer encuentro por el campeonato de la Liga Nacional de Fútbol, hoy Federación Costarricense de Fútbol.
La Libertad recibe a Gimnástica Limonense y el escenario es la cancha de los libertos en La Sabana.
De los casi dos mil espectadores, muchos llegan en tranvía a presenciar un matche que será sin duda histórico, sin que se enteren aún el hecho que dará motivos de discusión por décadas.
En el minuto final (35’) del primer tiempo el meta visitante Carlos Alfaro toma el balón y lo aprisiona en su pecho, mientras los forwards capitalinos se acercan a acosarlo, dando media vuelta el portero e introduciéndose con ese movimiento en su propia casa (marco); el autogol queda consumado y el posterior empujón de los capitalinos ya no cuenta: bola al centro.
En cuanto a oralidades que coinciden plenamente con esos hechos históricos están las versiones dadas a Juan Esquivel, locutor y actual seguidor de nuestra página, por reconocidos periodistas deportivos en el siglo XX, como Javier Rojas González y Luis Cartín Paniagua.
En los años sesenta don Javier suele coincidir en transmisiones con Juan cubriendo las segundas divisiones en radioemisoras del occidente de Costa Rica, uno para el cantón de San Ramón y el otro para su querido San Carlos; resaltando Juan que Javier le dice sobre ese tema histórico que según relatos de años atrás el golero de Gimnástica Limonense es pisado cuando tiene el balón asido a su pecho y al darse vuelta se introduce en su propio marco.
Luego, estando Juan Esquivel en Radio Monumental, Luis Cartín le comenta exactamente lo mismo que le había dicho Javier, lo cual también llega a rememorarse en noticieros de La Palabra de Costa Rica, bajo la dirección de Francisco “Chico” Montero.
“Chico Montero me dijo que él escuchó relatos tiempo atrás de que la Gimnástica Limonense al ser un equipo fuerte del Caribe le hicieron la trastada con ese gol al darse una falta técnica que el árbitro no vio, empujando al portero, por eso Madrigal no metió ese gol, fue un autogol”, aseguró Juan Esquivel en una consulta realizada para esta columna.
Ahora bien, los reporteros de los periódicos de 1921 al ser fieles testigos del hecho histórico describen cómo el arquero de la Gimnástica Limonense “por lerdo, temor o nerviosidad se da media vuelta con la pelota en las manos, quedando de espaldas a la cancha, con ese movimiento la pelota entró a la casa y el gol estaba hecho; los jugadores contrarios en ese instante corren hacia el goal (guardameta) para darle un empellón con el pecho o cabeza que es permitido y así lo hicieron logrando pues rematar al goal” (La Prensa página 3, 04/07/1921).
En el segundo tiempo no sucede nada extraordinario y tras la finalización los limonenses deciden que apelarán ese gol del resultado definitivo 1-0 ante el jurado de la directiva central, denuncia que días después es rechazada por el Tribunal Supremo disciplinario.
Por décadas los adeptos del Club Sport La Libertad sostendrán a capa y espada que el gol lo hace Rafael Ángel Madrigal, pero es más por razones de defender su triunfo de forma más honrosa si se toma en cuenta la jerarquía que ya se ha ganado este centro en las contiendas deportivas.
Y aunque tratan de reforzarlo con el tiempo investigadores allegados al corazón blanquinegro como Miguel Ángel Ulloa y Miguel Romero, las fuentes primarias de 1921 La Prensa, Diario de Costa Rica, La Mañana, La Tarde, La Tribuna y todos los demás periódicos confirman o al menos no refutan el hecho: un autogol de Carlos Alfaro en la primera parte.
Así inicia todo en el balompié federado costarricense, hace ya 102 años con un polémico gol en propia meta.