Las organizaciones políticas serias, responsables y con visión de futuro deben tener una agenda clara, con un planteamiento concreto, con el cual transitarán hacia el porvenir; y en la coyuntura actual, el Partido Liberación Nacional (PLN), debe hacer las cosas mejor, mejorando su efectividad operacional.
En el contexto de las elecciones del 2014, el PLN debe encontrar nuevas maneras para crecer y construir ventajas, antes que construir respuestas a la adversidad, generada por las imprecisiones y los errores del Gobierno 2010-2014.
No podemos solamente imaginar el futuro tenemos que construir. El PLN debe ir a gobierno 2014, desplegando nuevas funcionalidades y adquiriendo nuevas competencias, y haciendo posible que su discurso sea una realidad, no una utopía. Mejor aún, que su propuesta no se constituya en falacia tras falacia.
En torno a lo descrito, resulta inevitable e improrrogable el proceso de descentralización, mismo que no obtuvo la importancia en el periodo actual 2010-2014, para fortalecer los gobiernos locales, las organizaciones sociales y en su conjunto a la sociedad civil.
Debemos, si queremos continuar en la vida institucional costarricense, actuar a través de un proceso de síntesis, en donde “las acciones partidarias” se constituyen en acciones sistemáticas que busquen el bienestar del mayor número, sin ambages y sin poses histriónicas.
“El poder de la gente” debe ser una realidad, el centralismo obstaculiza el avance del país; hacia febrero 2014, debe el PLN comprender que, el futuro no consistirá en una extrapolación del pasado, y que la aspiración liberacionista debe ser una aspiración compartida con el pueblo de Costa Rica.
En el corto plazo, Liberación Nacional, debe ser un organismo político capaz de tomar sabias decisiones, lejos de viejos enfoques para enfrentar nuevas situaciones; hacia el 2014 el PLN debe ver la diferencia entre lo aparentemente imposible y lo verdaderamente imposible, debe despegarse de la torpeza política, y abrirse hacia las increíbles ventajas de ser la organización política más grande del país.
Hay que decirle a la gente hacia dónde vamos. Y, también, señalar el camino por el cual recorreremos en nuestros pasos que presienten nuestro futuro. En el corto plazo debemos decirle a Costa Rica, cuál es la estrategia para avanzar hacia tiempos mejores.
El tiempo avanza vertiginosamente y como en las proclamas liberacionistas, nos queda decir: “pronto, muy pronto llegaremos…”.
*Alcalde Municipalidad de Nicoya