El papa Francisco retomó su agenda de trabajo, que incluye varias audiencias privadas, después de tomarse un día de descanso porque tenía fiebre, anunció el Vaticano.
El pontífice de 86 años, que estuvo hospitalizado con bronquitis hace casi dos meses, tiene un calendario lleno de reuniones, según el Vaticano.
Su próxima aparición pública es la misa del domingo en la basílica de San Pedro para celebrar Pentecostés, seguida de la tradicional oración del Regina Coeli (\’Reina del Cielo\’).
El papa argentino tiene previsto reunirse el lunes con el presidente italiano, Sergio Mattarella.
El viernes, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, anunció que Francisco no celebraría audiencias \”debido a un estado febril\”.
La agenda del papa no se había hecho pública por lo que se desconoce con quién iba a reunirse el viernes.
Jorge Bergoglio tuvo ocho reuniones el jueves, dirigiéndose a religiosas, a la conferencia episcopal italiana y a un grupo de jóvenes de la red educativa Scholas Occurrentes.
El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, aseguró que el papa estaba \”cansado\” debido a su apretada agenda.
Francisco, líder de los 1.300 millones de católicos del mundo desde 2013, ha sufrido crecientes problemas de salud en el último año, desde dolores persistentes en la rodilla derecha hasta su reciente hospitalización por bronquitis.
Los episodios han provocado una preocupación generalizada y han alimentado las especulaciones de que podría optar por retirarse en lugar de permanecer en el cargo de por vida, una decisión que tomó su predecesor, Benedicto XVI.
A finales de marzo, Francisco ingresó en un hospital de Roma tras sufrir dificultades respiratorias, y permaneció ingresado tres noches. Fue tratado con antibióticos para la bronquitis.
Al salir del hospital Gemelli el 1 de abril, el papa sonrió y bromeó con los fieles: \”¡Aún estoy vivo!\”.