Revela la Encuesta Nacional Agropecuaria
En 2022 fallecieron 204 reses producto de sequías o pocas lluvias. Un año más tarde, cuando arreció el fenómeno El Niño, la cifra alcanzó las 816, exactamente cuatro veces más.
Así lo identificó la Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA) realizada en 2023 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Este aumento preocupa a expertos y productores.
“El aumento en las pérdidas por temas de sequía o cambios abruptos climáticos lo que refleja es que todavía hay mucho trabajo por hacer en educación y capacitación al sector ganadero”, afirmó Luis Diego Obando, director ejecutivo de la Corporación de Fomento Ganadero (Corfoga).
Igual criterio externó Rodolfo WingChing, director de la Escuela de Zootecnia de la Universidad de Costa Rica, quien cree que los números de muerte de reses son alarmantes y que la falta de previsión del productor puede tener consecuencias enormes para su negocio.
“Un animal de 400 kilogramos consume 40 kilogramos diarios de alimento. Si un productor tiene 10 reses debe tener la previsión de que para 100 días de temporada seca debe tener 40 toneladas de alimento”, explicó.
CAMBIO CLIMÁTICO COMPLICARÍA SITUACIÓN
WingChing comenta que el problema no es solo El Niño, sino que a futuro el cambio climático generará mayores impactos en este sector tan importante para la alimentación nacional.
“El tema es que para que crezca el forraje se necesitan condiciones óptimas. Tanto la sequía extrema como las intensas lluvias provocan el mismo efecto, que es que el pasto no crezca”, aseguró el académico.
Esto significaría que los cambios en los ciclos climáticos que provoca este fenómeno global terminarían aumentando la cantidad reces fallecidas si los productores no toman medidas.
Una de las recomendaciones del director de la Escuela de Zootecnia es tener cercas vivas de algunas plantas que puedan ser consumidas por los animales en momentos de falta de pasto.
Otra es el ensilaje para preservar los pastos. Esta técnica consiste en la fermentación y eso contribuye a preservarlos para ser consumidos por los animales en épocas de falta de alimento.
También el experto recomienda buscar cultivos cercanos como la piña. Sugiere conservar los rastrojos, las coronas y las cáscaras de esta fruta como fuentes de alimentación.
SECTOR AFECTADO POR DIVERSAS AMENAZAS
Las sequías no son el único fenómeno que afecta los animales. En 2023 un total de 27.648 reses murieron de enfermedades. Esta cifra es ligeramente superior a las 27.480 que corrieron la misma suerte en 2022.
El gusano barrenador es la principal amenaza de este tipo que enfrentan los ganaderos.
Según WingChing, el ganado de carne es el que más riesgo corre porque es revisado con menor periodicidad.
“Mientras una vaca para leche se revisa varias veces al día, una para carne puede pasar dos o tres días sin revisión”, comentó.
Después de las plagas y las enfermedades, el robo de ganado y ataques de animales como serpientes y felinos son las causas más recurrentes de pérdida de ganado.