Con un retraso de 25 minutos arrancó el juicio contra una de las narcobandas del país, en la sala número 12 de los Tribunales de Justicia de San José.
Se trata del temido grupo de Marco Antonio Zamora Solórzano, alias “El Indio”, y otros 13 compinches, pues 9 de los 23 implicados se sometieron a un proceso abreviado.
El Ministerio Público mediante el fiscal Glen Calvo dio inicio a la lectura de la acusación, develando el modus operandi de cada uno de los 14 imputados, donde el líder es Zamora.
“En el periodo comprendido entre el 1 de octubre del 2010 y el 20 de marzo del 2012, las acciones delictivas de la organización criminal comprendían la participación de sus miembros en el tráfico de drogas de uso no autorizado, sustracción de droga a otros grupos narcotraficantes y la ejecución material de homicidios de personas que habían tenido conflictos con algún miembro de la organización criminal.
Por otro lado, el desarrollo de la actividad ilícita comprendía una constante adquisición de fincas y propiedades con dinero originado de su narcoactividad, que luego convertían en puntos para ejecutar venta de drogas al menudeo, destacando las zonas de Tres Ríos de Cartago y en San José en Dos Cercas, Paso Ancho, Desamparados, Pavas y Cristo Rey.
Además el tráfico de drogas a nivel internacional, desde nuestro país a países ubicados al norte de nuestro territorio nacional, destacando como lugares de pasaje y destino los países de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala”, reza en la acusación, cuyo expediente es el No.10-473-622-PE y del cual DIARIO EXTRA tiene una copia.
ESTRUCTURA
Según explicó Calvo, cada uno de los integrantes tenía una función especial dentro de la organización delictiva.
Marco Antonio Zamora, alias “El Indio”, era el líder, daba las órdenes para el tráfico de drogas, planificaba, ordenaba y controlaba la ejecución de homicidios. José Francisco Zamora, alias “José Miel”, hermano de “El Indio”, se encargaba de manejar las cuentas o la revisión de los cuadernos de las ventas de droga al menudeo.
Jair Arnulfo Mondragón Riascos era el intermediario entre los compradores de drogas y “El Indio”, percibía significativas ganancias por hacer los contactos. José Luis Alvarado Novo, alias “Lobo”, “Lucho” y “El Grinch”, era el administrador de los bienes y finanzas de la organización criminal.
Geovanni Badilla Badilla, alias “Niño”, ubicaba a las personas que le adeudaban dinero a la organización.
Silvia Martínez Jiménez, alias “Meli”, suministraba la droga y recolectaba el dinero producto de la venta.
Pamela Crespi Guzmán era la administradora del punto de venta de drogas en Paso Ancho. Morvan Steve Hall Ramos, alias “El Negro”, se encargaba de vender drogas en la casa de Pavas.
Moisés Medina Brenes, alias “Moiso” o “Conejo”, es uno de los presuntos homicidas. Además de cobrarles a quienes les debían plata de la droga, vigilaba y seguía a quienes “El Indio” ordenara para amedrentarlos o asesinarlos.
Erick Raynier Villalobos Sandoval, alias “Muñeca” o “Mono”, se dedicó a controlar los lugares donde se traficaban drogas.
Jorge Esteban Mena Quesada, alias “Lupas” o “Gordo”, se encargaba de distribuir drogas en los distintos puntos de venta y cobraba la plata, todo esto en moto. Jason Esteban Jiménez Fernández, conocido como “Misa” o “Jocotón”, era el encargado de distribuir y vender a nivel local y coordinar o ejecutar trasiegos de droga a Nicaragua, Honduras y El Salvador.
Mauricio José Chang Cordero, alias “Chino Chang”, rentaba lugares donde se hospedaban los de la organización. Esteban Eduardo Lizano Agüero, oficial de la Fuerza Pública de la Delegación de Desamparados, era el informante de la narcoorganización y el que avisaba sobre los operativos para evitar que fueran detectados.
Al final el juicio se suspendió al mediodía y continuará hoy con la lectura de la acusación. En este proceso el tribunal está conformado por los jueces Orfa Mora, Raúl Madrigal, Pedro Méndez y Roan Walker.