La posición asumida por el Instituto Costarricense de Electricidad respecto a la portabilidad numérica es lógica porque va en resguardo de sus propios intereses. Sería la empresa que más perdería cuando se ponga en marcha por ser la más grande. Sin embargo, la estrategia adoptada para tratar de frenar ese derecho de los costarricenses contemplado en la ley, es equivocada y además está destinada al fracaso.
Soy un costarricense que mantiene el servicio celular del ICE empresa sin duda señera en el desarrollo nacional. Siento que es importante darle cabida en esta lucha entre el ICE y las otras empresas telefónicas al nacionalismo costarricense, haciéndole comprender a los ciudadanos que lo más conveniente para nuestro desarrollo es que el dinero de los costarricenses se quede en nuestro país, en este caso concreto en el ICE, para que pueda continuar promoviendo el desarrollo nacional. Sin embargo, no creo que sea conveniente que las autoridades del ICE traten de frenar mediante subterfugios legales el derecho de los costarricenses de tener su portabilidad numérica. Me parece censurable que a estas horas el ICE nos venga a decir que no está preparado técnicamente para afrontar este nuevo desafío.
Pregunto, ¿qué ha estado haciendo el grupo gerencial y de técnicos del ICE durante todo este tiempo? ¿No es cierto que su obligación era estar listos para el momento de ejecutarse esa orden judicial? ¿Acaso esto no es culpa de su inoperancia burocrática? Los dirigentes del ICE no pueden llorar hoy lo que no supieron defender con responsabilidad y dedicación al trabajo, una compra de un millón y medio de dólares es peccata minuta para el ICE, solo hizo falta el querer hacerlo.
Decía al inicio de este artículo que es importante para el Instituto Costarricense de Electricidad hacer una campaña, para tocar el espíritu nacionalista que sin duda tenemos todos los costarricenses.
Estoy seguro, que no sería difícil convencer a los ciudadanos sobre la importancia de proteger con nuestro aporte económico, a una institución como el ICE, tan vinculada cotidianamente con la familia costarricense, pues con su apoyo hemos visto crecer y desarrollarse este país.
Solamente hace falta un poquito de imaginación y deponer algunas muy malas costumbres enquistadas en su frondosa burocracia que le son odiosas al pueblo costarricense.
El nacionalismo a que hago mención solo puede encontrar eco en el costarricense cuando veamos a los empleados del ICE, anteponer los intereses de la institución a los gremiales y personales. Un país como el nuestro, no puede darse el lujo de pagar altísimos salarios a dirigentes sindicales que no le aportan un minuto de trabajo la institución que tanto dicen defender. Puede ser que ello esté amparado a la ley y a tratados internacionales, pero que es un abuso y una ofensa para todo un país, nadie lo puede negar.
Es sabido por todo el país que el principal problema que tiene el ICE para poder competir con eficiencia, es su frondosa burocracia que pagamos todos los costarricenses.
Si bien comprendemos la importancia que tiene el trabajo para estos ciudadanos hoy empleados del ICE, la realidad de toda buena administración señala, que una empresa no puede funcionar con eficiencia, cargando con una planilla que sobrepasa en mucho sus necesidades y que carcome inmisericordemente sus finanzas. Mientras esto no sea analizado con seriedad y fuera de esa demagogia sectarista de sus dirigentes sindicales, esta institución ira cada día de mal en peor y no precisamente por la competencia, sino por los abusos de sus sindicatos que pretenden hacernos creer, que la defensa de sus intereses gremiales, es igual a defender los intereses de los costarricenses. Aquí como dice nuestro pueblo, no hay peor cuña que la del mismo palo.
*Periodista.