En el juego entre Liga Deportiva Alajuelense y Guanacasteca, por las semifinales del Torneo de Copa, se presentó un hecho que llamó la atención. Un hombre y una mujer liguistas se vistieron con mantas que tenían el escudo y nombre Estelí para recordarle a los seguidores del Saprissa el equipo que los dejó fuera de la Copa Centroamericana.
El Periódico del Pueblo buscó a este aficionado, quien solo se identificó como José Daniel y que ese día fue al Morera Soto con su novia María José.
¿Qué pasó ese día?
– Fui con mi novia al estadio. Llegamos faltando 10 minutos para que empezara. Como al minuto 70 nos pusimos las mantas de fantasmas del Real Estelí que no tenían ningún mensaje incitando al odio o provocando. Era chota, el folclore del fútbol, como lo que nos hacían ellos con el fantasma del 29. Solo incluía el nombre y la palabra Estelí. La afición gozaba el momento y se tomaba fotos con nosotros.
¿Qué sucedió con la seguridad privada?
– Primero llegó un señor de forma respetuosa y le indicó a mi novia que debíamos quitarnos los disfraces. Mi novia se lo quitó. Yo sí estaba anuente, pero pregunté por qué, si no tenía mensajes violentos. Ahí llegó otro guarda con una actitud más prepotente y de matón: ‘van para afuera’ y sin dar la opción que estaba dando el primer guarda. Ni siquiera nos iban a quitar los trajes.
¿Y qué más ocurrió?
– La actitud de ese guarda fue violenta, como incitando o esperando otra reacción de uno. Por dicha tuvimos la sapiencia y sabiduría de reaccionar bien al momento y no caer en el juego del señor. Eran frases como ‘quíteselo o los van a linchar o los vamos a linchar’. Llegó muy violento ese señor. Ninguno opuso resistencia y por eso no se llegó a los golpes.
¿Se sintieron mal por no poder terminar de ver el juego?
– Sí, porque uno paga la entrada para ver al equipo y apoyarlo y nos perdimos como 20 minutos, más la reposición.
¿Qué pasó con los trajes?
– Ellos nos los quitaron y al final nos los devolvieron ya cuando nos sacaron por el portón.
¿La Liga qué les dijo?
– La Liga se comunicó con nosotros. Nosotros, como socios, mandamos una queja a ese departamento y ellos la atendieron de forma eficiente. No habían pasado ni 30 minutos de la apertura de las oficinas y respondieron que iban a pasar el caso a revisión. Como una hora después nos llamó Ricardo Chacón (el gerente general) para preguntarnos cómo había ocurrido todo y comunicarnos el proceso a seguir. Ya nos comunicó el proceso que llevaron a cabo con el guarda de seguridad y nos indemnizaron.
¿Cómo califica lo vivido?
– Como un atropello a los derechos de todos los aficionados que pagan entrada y se comportan de manera decente, mofándose de algo sin incitar a la violencia. Es una injusticia porque esto se ha visto en otros estadios. Esto es una joda y ahí queda. Hasta el mismo gerente de Saprissa no le ve nada malo.
¿Qué le parece darle la espalda al himno de la Unafut?
– Una muy buena decisión porque no es creer o tener un sentimiento de persecución, sino porque definitivamente hay situaciones que se juzgan diferente si es en el estadio de la Liga. Lo justo es que apliquen el reglamento a todos.
¿Cómo queda la relación con la Liga?
– Estamos muy agradecidos con la institución por la forma en que actuaron. Al ver nuestra queja se dieron cuenta de que la seguridad había dado información incorrecta y nos habían sacado (del estadio). Además, tomaron medidas.