El informe del Estado de la Nación 2022 presentado a finales del año recién pasado señala que se ha dado un “abandono progresivo del contrato social …(que) consiste en la incapacidad o falta de voluntad para articular reformas institucionales y cambios en la orientación o la gestión de políticas públicas, orientadas a remover las causas de los resultados contrarios al desarrollo humano”.
Las causas de los resultados contrarios al desarrollo humano no se originan todas en la pandemia y sus consecuencias, ni en la Guerra en Ucrania y sus efectos. El Estado de la Nación con base en evidencia señala que se vienen dando en las dos últimas décadas.
El deterioro en desarrollo humano lleva al Estado de la Nación a concluir en tres mensajes fundamentales: “Mensaje 1. La lenta, insuficiente e incierta salida de la pandemia refuerza la normalización de resultados contrarios al desarrollo humano… Mensaje 2. La normalización de resultados contrarios al desarrollo humano evidencia un progresivo abandono del contrato social costarricense… Mensaje 3. El progresivo abandono del contrato social ha creado riesgos de largo plazo en el desarrollo humano, que aún pueden ser enfrentados mediante la acción política democrática.”.
Son conclusiones preocupantes, pero que señalan la capacidad de vencer las dificultades.
Frente a estas graves circunstancias que deterioran fuertemente nuestro bienestar actual especialmente de las personas pobres, sin empleo y con mayores dificultades para mejorar por sus propios medios su infortunada situación, y que amenazan el progreso, el informe señala que “Es preciso recordar que las demandas ciudadanas no son indicaciones precisas sobre las hojas de ruta para el desarrollo y requieren ser interpretadas. En ese sentido, la gestión del cambio del rumbo actual por parte de los actores con representación política y social es el elemento decisivo. La deliberación democrática, la política pública basada en evidencia y la creación de mayores capacidades institucionales para la implementación de políticas públicas se plantean como requisitos indispensables”.
Es decir, que no se trata simplemente de complacer las demandas de los ciudadanos, que generalmente con razón demandan cambios, pero son usualmente contradictorias, desapegadas de la realidad, indiferentes a las limitaciones de recursos y conocimientos y sin propuestas de solución.
Es tarea de partidos, gobernantes y organizaciones sociales encausar las soluciones en busca del bien común y respetando el Estado de Derecho, por supuesto respetando la voluntad de los ciudadanos.
Una vez más el análisis serio de nuestra situación señala la gran responsabilidad de los actores políticos para enfrentar una situación deteriorada que podría agravarse más.