Dra. Ana Yendry Morales Blanco
En la actualidad, se ha multiplicado el uso de la tecnología y las distintas formas de comunicación digital, tanto en lo académico como en lo laboral. Específicamente, las videollamadas (o videoconferencias) vía móvil y computador. Esto tiene sus ventajas, pero también una desventaja que tiene nombre y apellido: fatiga por videollamadas.
Si bien varias plataformas tienen protagonismo, nadie puede negar que las videollamadas se han convertido en una nueva exigencia de la vida cotidiana.
Según aventuran algunos especialistas, la vida laboral y académica serán una combinación entre lo presencial y lo remoto, con sus respectivas ventajas y desventajas. Al mismo tiempo, algunos estudios señalan que el uso excesivo de las pantallas por parte de niños tiene numerosas consecuencias. En concreto, en relación con el desgaste visual y el estrés que genera estar expuesto durante muchas horas a las pantallas de los móviles y ordenadores.
Fatiga por videollamadas, cada vez más común en el día a día
Las formas online han tenido mejor acogida en los niños, adolescentes y adultos jóvenes que son nativos digitales. Las mayores repercusiones las han sufrido las generaciones de los migrantes tecnológicos que, si bien manejaban los ordenadores en sus trabajos, la presencialidad formaba parte de su día a día.
Cansancio visual, ansiedad, dolor de cabeza, intolerancia, fastidio e irritabilidad, dificultades para focalizar y falta de atención son algunos de los síntomas experimentados. Estos exponen cómo las personas se agotan con facilidad tras pasar demasiado tiempo frente a las pantallas.
La sensación de estar atrapado
Otro mecanismo que se observan es la sensación de estar atrapado físicamente debido a la necesidad de permanecer dentro del campo de visión de la cámara de vídeo.
En las reuniones cara a cara, las personas pueden caminar, moverse y estirarse, pero en las videoconferencias su movilidad se reduce a un cono estrecho.
Asimismo, muestra que la movilidad reducida puede obstaculizar el rendimiento cognitivo y la “hipermirada” se refiere a la experiencia perceptiva de tener constantemente los ojos de las personas en su campo de visión.
En las reuniones presenciales es el disertante el que atrae la mirada de los participantes, pero durante las videoconferencias todos los participantes se miran directamente entre sí. “Ser mirado mientras habla, incluso por caras digitales, provoca excitación fisiológica y ansiedad”.
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