Unos 1.169 turistas más ingresaron en octubre pasado, por el aeropuerto internacional Daniel Oduber Quirós, en Liberia, con respecto al mismo mes en el 2019, previo a la llegada de la pandemia.
Antes del Covid-19 en ese período, por el puesto de migración pampero pasaron 22.290 visitantes, en tanto que a octubre del 2021 lo hicieron 23.459 turistas.
Los indicadores del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) registran en esa terminal el arribo de 282.267 turistas al décimo mes de 2021, una muestra en franca recuperación con la apertura de los cielos, tras meses de suspendida por la crisis sanitaria mundial.
En el ambiente de transición del invierno al verano, se sienten los alisios prometedores para los grandes encadenamientos empresariales venidos a la zona, con desplazamiento de una pequeña y mediana empresa guanacasteca que, aparentemente, sigue dormida en el folclorismo regional a falta de oportunidades y reactivación.
La inversión en la mayoría de los cantones con afluencia turística es ajena. Notorio es que los guanacastecos prefirieron vender sus propiedades en los inicios del auge, que solo una minoría local es dueña de negocios formales y que una minúscula parte se emplea en esa mano de obra calificada venida, en mayoría, de afuera.
Algo pasa en mi provincia con casi un 32 por ciento de pobreza y un 23 por ciento de desempleo. Con o sin pandemia ocupa siempre ese pódium social, en contraste con las riquezas explotadas por foráneos en nuestro territorio.
Es urgente reorientar la educación para llenar la demanda de plazas en el mercado laboral y reforzar los métodos de la enseñanza del inglés en la zona.
Los guanacastecos, y aquí un llamado a los gobiernos locales, no pueden seguir, y sin ánimo de desmerecer, como jardineros o mucamas, en las cadenas hoteleras, o sirviendo menús o batiendo cócteles en restaurantes o afines.
Es hora que nuestras autoridades municipales reclamen cuotas de empleos para los suyos, previos a otorgar permisos o patentes. A la vez coordinar con las casas de enseñanzas y empresariado para conocer del tipo de profesional requerido para definir su bolsa de ofertas.
El turismo es nuestra principal fuente de empleo, y no debemos desaprovecharla y dejar que otros se lleven la riqueza, que ofrece nuestra tierra. Cientos son los jóvenes, mujeres, y emprendedores, que ocupan trabajar en esta provincia de Guanacaste, plagada de universidades públicas o privadas, e institutos de aprendizaje, amén de colegios y escuelas bilingües.
La realidad es cambiante y no podemos seguir pensando que Guanacaste es solo folclore, tamales, coyol y toros. Somos más que eso en una región donde otros ven y aprovechan las oportunidades, que pasan delante de nuestros ojos.
Viene la temporada alta con la llegada del verano y la afluencia de visitantes será mayor, con o sin QR, el código de respuesta rápida, que hoy tiene en vilo a los empresarios turísticos al quejarse estos de cancelaciones masivas de reservaciones y pedir se active ese instrumento de almacenamiento de información después de Semana Santa.
Por ahora el mundo no será igual. En Guanacaste las esperanzas, no con las promesas de la campaña política, renacen hoy al alzar vuelo el Daniel Oduber Quirós.