No solo es Pérez Zeledón. Todo parece indicar que en varios cantones pronto se abrirá el debate para la creación de nuevos planes reguladores.
¿Y por qué ahora? Responde a una excitativa del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM) a los gobiernos locales, porque una buena parte tienen varios años sin actualizarse.
Ciertamente, en el caso del cantón del Sur no hubo una buena comunicación y la filtración de un borrador hizo de las suyas entre los pobladores que, asustados pegaron el grito al cielo y con justa razón.
El resto de cantones deberían tomar este episodio como experiencia. Los acuerdos deben informarse de la mejor manera para evitar malentendidos.
La actualización debe darse porque los planes reguladores son la base para el desarrollo con una visión moderna de cómo deben avanzar las comunidades.
Es increíble que existan cantones donde no hay una revisión desde hace 19 años. Y luego nos preguntamos por qué estamos como estamos. Sin embargo, mucho del orden debería empezar por los gobiernos locales.
El Plan Regulador es el instrumento de planificación local que sirve para distribución de la población, usos de tierra, vías de circulación, servicios públicos, facilidades comunales y construcción, conservación y rehabilitación de áreas urbanas.
Pero datos recopilados por el Ministerio de Vivienda apuntan a que hay 43 cantones de los cuales 28 tienen esto actualizado, lo cual deja mucho que desear.
La idea es que haya una adaptación a las necesidades actuales que tomen en cuenta los espacios agropecuarios, de vivienda, comercio, industria e infraestructura, así como el uso de suelo urbano y rural.
En la gente debe haber claridad de lo que se hará, sin duda su principal preocupación es que pudieran perder sus tierras, ya sea por compra o herencia de sus padres.
El desarrollo, urbano y rural, debe ser controlado, porque muchos de los problemas que hoy vemos desde el punto de vista ambiental, habitacional y de obras públicas justamente pasa por esta desactualización.
Desde 2015 había un mandato del Ministerio de Planificación y Política Económica (Mideplán) para agilizar la aprobación de los planes reguladores.
Nos preguntamos si lo que falta es alguna nueva Ley que demande a los alcaldes y a los concejos municipales lo que se ha pedido a través de otras vías.
Parte del problema es que el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU) tiene que dar el visto bueno a este ordenamiento, en el entendido de que hoy hay varios planes en fila.
Una complicación adicional es que no se puede presentar cualquier propuesta, tiene que cumplir con requerimientos técnicos. Se necesita gente capaz y con conocimiento de causa.
Hablamos de que se deben considerar incluso temas hidrológicos, de modo que las municipalidades no la tienen fácil, aunque no cabe duda de que les toca cumplir con su tarea.