¿Se imagina recibir un salario de ¢11,8 millones al mes con acceso a múltiples viajes, carros de lujo y otras bonificaciones? Eso es lo que deja ser director de Costa Rica ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Hoy el beneficio toca a Eduardo Trejos, extitular de la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS) y exembajador de Costa Rica ante Nicaragua.
Sin embargo estos privilegios los disfrutaron todos aquellos que han ocupado dicho cargo con el beneplácito de los ministros de Hacienda, a los que llaman gobernadores.
Los directores pueden gastar en comidas, licores, gimnasios privados, bocadillos y bebidas para la oficina sin límite alguno. Tienen asignado chofer, secretaria y personal administrativo.
Se pueden hospedar en los hoteles más finos, disfrutar de fiestas de lujo y degustar los mejores almuerzos. De todos estos gastos no tienen que rendir cuentas a nadie.
Por lo general se trata de un puesto más político que técnico, que para quien lo ostenta constituye una especie de premio por su cercanía con el gobierno o el trabajo en campaña.
Esto es lo que contó sin anestesia Ottón Solís, fundador y exdiputado del Partido Acción Ciudadana (PAC), a cuatro meses de su salida de la dirección del BCIE.
“ES UN BANCO PÚBLICO”
De acuerdo con Solís, en su caso él tomó parte de su salario y lo donó al Estado costarricense porque -en sus palabras- el organismo es un banco público. No precisó cuánto, pero dijo que redujo los gastos de la dirección por Costa Rica en un 50%.
“El gobierno y los países socios se benefician de ese salario. Gobiernos de todo tipo, hasta el anterior del PAC, disfrutaron de esos abusos. Los salarios son de conocimiento de los gobernadores, que son los ministros de Hacienda de cada país. El BCIE es un sistema de abusos en una Centroamérica pobre”, declaró Solís ante una consulta de DIARIO EXTRA.
Los presidentes de la República de los países miembros también tendrían conocimiento de estos jugosos salarios. “Los gobiernos son propietarios del banco con alrededor de un 11% de las acciones. Los directores disfrutan de esos salarios y no devuelven nada. Yo presenté mociones para bajarlos y eso me llevé a ganarme muchos enemigos”, añadió.
PRÁCTICAS PROTEGIDAS
El monto de los salarios sale de las operaciones del BCIE, cuyo negocio es captar recursos, prestar dinero a los países y recuperar la inversión más intereses, en proyectos que pagan los propios gobiernos de la región, incluido Costa Rica.