BARCELONA (EFE). – El Barcelona intentará hoy una hazaña mucho más complicada que la que tenía el Real Madrid para darle la vuelta a una eliminatoria ante el Bayern de Munich que tiene muy cuesta arriba, tanto como los cuatro tantos encajados en la ida.
Su decepcionante partido en la ida de semifinales de la Liga de Campeones, dejó al Barcelona con muy pocas opciones en una competición en la que ha tenido que remar a contracorriente desde que empezaron las eliminatorias ante el Milan y el PSG.
El espíritu de una hipotética remontada está latente, aunque el Barça no está en la mejor situación. Es una cuestión física y competitiva, pero también psicológica.
Para que todo fluya, Leo Messi debe estar a su mejor nivel. El argentino, recién recuperado de una lesión muscular en Múnich, apenas brilló en el Allianz Arena. Pero desde entonces, el argentino ha mejorado mucho físicamente.
El Barça necesita a Messi y también que aparezcan acompañantes como Andrés Iniesta o Xavi Hernández. La principal duda estará en ataque. Después de que Cristian Tello se quedara en la grada en Múnich, el delantero podría ofrecer desequilibrio en la banda, una alternativa al previsible ataque de los azulgrana en la ida.
Si Vilanova se decide por Tello, la otra plaza se la disputarían Alexis Sánchez, David Villa o Pedro Rodríguez, aunque ninguno de los tres están a buen nivel, especialmente los dos últimos.
En defensa, la baja por acumulación de amarillas de Alba le dará la titularidad a Adriano. Alves, Puyol y Bartra parecen tener un puesto seguro, Alex Song ocupará el lugar de Busquets, fuera de la convocatoria por una pubalgia.
En el Bayern todo apunta a que el delantero croata Mario Mandzukic, que no pudo jugar en la ida por sanción, volverá al primer equipo con lo que Mario Gómez estaría en el banquillo.
Un asunto que preocupa al Bayern, y que puede marcar un poco el partido, es el hecho de que seis jugadores (Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger, Javi Martínez, Dante, Luiz Gustavo y Mario Gómez) están a una tarjeta de la suspensión.