La economía del país se ha tornado complicada en los últimos tiempos, para nadie es un secreto que la plata ya no alcanza y las necesidades tampoco esperan.
En medio del pago de la casa, la compra de los víveres, los pasajes de bus o la gasolina del auto y los servicios públicos, es obvio que algunas obligaciones quedan por fuera y en ese momento muchas familias recurren al crédito, que se transforma en deuda.
Importante resulta anotar que el endeudamiento no es nada nuevo, por el contrario, viene ahogando a los costarricenses desde hace muchos años. Los préstamos personales y las tarjetas de crédito, sobre todo, se convierten en la tabla de salvación para quienes no logran salir adelante cada quincena con el salario.
Los primeros en sufrir los embates fueron quienes tenían préstamos en dólares, porque sus obligaciones iban subiendo como las nubes, y ante esto muchos decidieron pasarse a colones sin prever que también se iban a disparar.
Sin embargo, en la actualidad hay que sumarle un punto más para empeorar la situación y es el alza en la cuota de los créditos hipotecarios, al punto que para muchos al Banco Central se la ha pasado a la mano al hacer el ajuste de las tasas.
Y es que solo falta ver las consultas de la gente en las redes sociales, donde afirman que a muchos las cuotas de sus casas o sus carros les han subido entre ¢50 mil y ¢100 mil y que ya no saben cómo hacerles frente a las cosas del hogar porque lo que les queda para cubrir el resto de los gastos de la quincena muchas veces es muy poco. La verdad es que si seguimos a este paso los ticos van a tener que persistir en endeudarse para afrontar los gastos y deudas que tienen, muchos llegaron al punto de seguir restringiéndose en las cosas de la casa a ver si salen adelante, el problema es que también están aquellos que preferirían dejar de pagar y pasará lo inevitable, que perderán lo que tanto les ha costado.
Nos preguntamos, si esto llegara a suceder, ¿qué pasará con todas estas propiedades y artículos? Porque al paso que vamos los bancos se van a abarrotar de estos bienes, pues ya muchas personas no pueden hacer frente a estos pagos con cuotas tan altas, ya que en promedio casi todos los ticos calculamos que podría aumentar a unos ¢30 mil más por mes, sin embargo, algunos ya llevamos más de ¢100 mil en un abrir y cerrar de ojos.
Es urgente que las autoridades hagan algo, se torna muy injusto cómo los costarricenses van perdiendo lo que tanto les ha costado porque no ha existido quien pueda parar el alza en las cuotas.
Y decimos que es urgente porque se prevé que las tasas sigan al alza y entonces ahora sí deberemos aplicar aquel dicho del Chapulín Colorado: “y ahora quién podrá defendernos”, porque de esta manera muchos nos quedaremos sin posibilidades de comer por pagar los créditos o se tendrá que pasar por la pena de que muchos dejarán de pagar ante la imposibilidad material de hacerle frente a la deuda.