En los últimos días cada vez se redujeron más las esperanzas de que el conflicto sirio se solucione en el marco de la conferencia de Ginebra propuesta por Washington y Moscú. Ésta estaba prevista en principio para finales de mayo o principios de junio pero podría retrasarse hasta julio.
Ginebra/Estambul, (dpa) – Representantes de los gobiernos de Estados Unidos y Rusia se reunieron hoy en Ginebra para preparar la conferencia sobre Siria que se celebrará en la ciudad suiza, mientras que la Liga Árabe convocó de urgencia a sus miembros para debatir la misma cuestión.
En los últimos días cada vez se redujeron más las esperanzas de que el conflicto sirio se solucione en el marco de la conferencia de Ginebra propuesta por Washington y Moscú. Ésta estaba prevista en principio para finales de mayo o principios de junio pero podría retrasarse hasta julio.
Una de las cuestiones más espinosas en la preparación, según los diplomáticos, es la participación de Irán, que reclama Rusia pero rechaza Estados Unidos.
Tampoco está claro si en la Conferencia de Ginebra participará la oposición siria, que había puesto como condición para ello el cese de los ataques a la ciudad de Al Kusair. Lejos de suceder así, las tropas de Bashar al Assad se hicieron con el estratégico enclave en las últimas horas.
En las conversaciones iniciadas hoy en Ginebra participan el viceministro de Exterios ruso, Guennady Gatilov, y la vicesecretaria de Estado norteamericana, Wendy Sherman, así ocmo el secretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman. También asiste a los preparativos en Ginebra el enviado conjunto para Siria de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi.
Entretanto, a El Cairo llegarán esta tarde los ministros de Exteriores de la Liga Árabe, que asistirán a una reunión de urgencia para hablar sobre los preparativos de la Cumbre de Ginebra.
Este organismo juega cada vez un papel más reducido en la búsqueda de una solución para Siria ya que sus miembros no tienen una posición común al respecto. Qatar y Arabia Saudí apoyan a los rebeldes pero otras naciones como Irak, Argelia, Líbano o Sudán no quieren posicionarse oficialmente del lado de ninguna de las partes.