Washington. (AFP) – El gobierno de Donald Trump pareció dar un paso atrás después de que su propuesta de tomar el control de la Franja de Gaza provocara un gran revuelo y la advertencia del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas contra una “limpieza étnica” en el territorio palestino.
Luego de que dijera que “Estados Unidos tomará el control” de Gaza y sus habitantes “se irán a otros países”, su gobierno pareció restar importancia al anuncio.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, indicó que el magnate republicano quería que los palestinos fueran “reubicados temporalmente” fuera del territorio en lugar de reasentados permanentemente en naciones de mayoría árabe como Egipto.
“El presidente no se ha comprometido a desplegar tropas sobre el terreno” precisó, mientras un periodista quiso tener más detalles, Leavitt respondió: “No se ha comprometido a eso todavía, Estados Unidos no financiará la reconstrucción de Gaza”.
Trump ha sido “muy claro” en cuanto a esperar que aliados en la región, “particularmente Egipto y Jordania acepten refugiados palestinos temporalmente para que podamos reconstruir sus hogares”, prosiguió Leavitt.
Pese a las críticas, el republicano insistió en que “a todo el mundo le encanta” su oferta.
El magnate hizo la propuesta en una rueda de prensa junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, justo cuando Israel y el grupo islamista palestino Hamás negocian la “segunda fase” de un acuerdo de alto el fuego para poner fin a la guerra. El primer ministro cree que lo planteado puede “cambiar la historia”.
Netanyahu depende de sus alianzas con fuerzas políticas que sueñan con reinstaurar colonias en la Franja, de donde Israel se retiró unilateralmente en 2005.
Tras más de 15 meses de guerra desencadenada por el ataque de Hamás en octubre de 2023 en suelo israelí, gran parte de la Franja de Gaza está arrasada.