El hogar es el espacio donde se concretiza la seguridad alimentaria y nutricional de las personas, debido a que es donde se genera el verdadero ingreso per cápita (por cada individuo) de los miembros de esa familia, compuesto por los aportes colectivos.
La seguridad alimentaria y nutricional familiar es el acceso a una canasta básica de alimentos nutricionalmente adecuada, variada, segura, suficiente y culturalmente aceptable, de manera estable durante el año, sin que la alimentación deba sufrir modificaciones en calidad o cantidad para cubrir otras necesidades.
Uno de los rubros que representa una mayor inversión en las familias es la alimentación. De ahí la importancia de gestionar adecuadamente todos los recursos del hogar y promover las habilidades y conocimientos de los miembros familiares, para satisfacer, de la mejor manera, sus necesidades alimentarias y nutricionales. Es ahí donde surge la economía alimentaria familiar como un componente de gran importancia para la familia, porque alimentarse bien no tiene por qué ser caro, pero sí requiere consciencia y organización.
Por ello es fundamental informarse y educarse en temas de nutrición, para conocer mejor las propiedades nutricionales de los alimentos y la diversidad de maneras de preparación, de forma que podamos tener un mayor aprovechamiento de los alimentos disponibles y tener una alimentación saludable, variada y nutritiva.
Asimismo, es necesario administrar bien el ingreso familiar, para que los miembros de la familia puedan tomar decisiones acertadas y utilicen los recursos de la mejor manera.
En ese sentido, es indispensable la implementación de buenas prácticas, como la lactancia materna en los niños y niñas lactantes; planificar la alimentación familiar para no comprar cosas innecesarias o que se vayan a desperdiciar; aprovechar cualquier espacio para producir alimentos frescos; ser prudentes con las ofertas de alimentos, analizando si son saludables y si de verdad ayudan a ahorrar; invertir en la compra de alimentos que nutran (no que sean caros) y que cuiden la salud, y, finalmente, comprar una cantidad de alimentos acorde a la capacidad de almacenamiento que se tenga en la casa.
Pero recordemos que la mayor economía será la salud de la familia, al estar alimentada y nutrida de la mejor manera posible.
Dra. Mónica Valverde
Colegio de Profesionales en Nutrición